El pintor costarricense Miguel Casafont demandó recientemente a la Universidad de Costa Rica (UCR) por impedir que se aprecie la obra de arte Tejiendo sonidos, la cual había donado hace 25 años a ese centro educativo.
Esta es una obra que Casafont pintó en el año 1995, a lo largo de los dos pisos del edificio de la Escuela de Artes Musicales, en la sede Rodrigo Facio de la UCR.
Según explicó el artista, el problema es que la universidad construyó un nuevo edificio de cinco pisos, tan solo a escasos metros de donde se encuentra actualmente el mural, por lo que se tapa totalmente la visibilidad de este.
“Yo le puse una demanda a la UCR por daños y peRjuicios, porque yo soy el dueño de la pintura y ellos no me pidieron a mí permiso para ponerle un edificio en frente para que nadie lo vea”, afirmó Casafont.
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Tejiendo sonidos es una obra de arte cinético, es decir, sus imágenes son cambiantes, se intensifican y se transforman según el observador se desplace de un lado al otro. Además, el efecto de la luz produce cambios cromáticos de acuerdo con las variaciones del clima y la luminosidad del entorno
En total, este mural mide 2920 metros cuadrados, y según detalló el pintor está valorada en aproximadamente ¢600 millones.
“Este mural es el más importante de arte cinético que hay en Costa Rica y esto no puede quedarse así, porque es el arte en espacios públicos. Para mí esto es un atropello y un crimen a nivel de cultura”, agregó Casafont.
El artista aseguró que procedió a demandar a la UCR, luego de hacer varias llamadas de atención sin obtener respuestas afirmativas por parte del rector Henning Jensen.