Una solitaria casa, ubicada en Horquetas de Sarapiquí, sirvió de escenario para filmar Padre , nuevo largometraje nacional, que se estrenaría durante el Festival de Cine Paz con la Tierra, en octubre.
Con un equipo de solo cinco personas –incluyendo los actores–, Padre es obra del director y guionista guatemalteco Alejo Crisóstomo ( Fe , 2011) y cuenta la historia de Emilio, un hombre que vive en el campo, apartado de la agitada vida de la ciudad.
“Un día, Emilio descubre que un intruso ha invadido su terreno y tiende una trampa para atraparlo. El hombre se reconoce en el visitante y encuentra en él una parte de su vida que se le había arrebatado”, detalla la sinopsis de la película.
La película, que se filmó durante 15 días en febrero, tiene como protagonista a César Maurel, actor de origen francés que, en la película, encarna a Emilio.
“Emilio es un señor de 50 años, del cual se conoce poco de su pasado. Es como un tipo desilusionado y que por tal razón se cerró las puertas a toda relación con la sociedad. Ha tenido malas experiencias”, explicó Maurel, quien ha participado en filmes como El regreso , de Hernán Jiménez.
El elenco de Padre lo completa el actor costarricense Aaron van Schie, quien interpretará al intruso que impacta la vida de Emilio.
“Aparte de Aaron hay mucha gente de Costa Rica involucrada en el proyecto; de hecho, es la mayoría. En el proceso de posproducción, han estado trabajando productoras ticas como Positivo Films, Taxi Films y otras. Por eso, el filme es nacional; la historia es costarricense”, dijo Crisóstomo.
Según el director, quien tiene un año y medio de residir en Costa Rica y es profesor de la Universidad Véritas, decidió filmar Padre inspirado en los escenarios naturales que ha visto recorriendo el país.
“Mi cine es muy personal; hay una historia sobre la paternidad involucrada que, en un viaje por Horquetas de Sarapiquí, despertó y comencé a escribir la historia. El entorno de los ríos, los puentes y, en general la naturaleza; todo ayudó”, expresó Crisóstomo.
Experimento. Hacer una película con tan solo cinco personas es posible y así lo demostró Crisóstomo. Para el cineasta, trabajar con un equipo humano tan reducido fue una decisión personal, artística y, en consonancia, con el alma del filme.
“Mi primera película, Fe , fue una producción grande entre Chile y Guatemala. Tuvimos seis semanas de rodaje y 50 personas trabajando en ella. Fue un experiencia muy rica, pero siento que perdí algo de la magia que tenía cuando hacía cortometraje”, confesó el cineasta.
“Luego, cuando tenía la idea de la película en mente, conocí a César y para mí fue más fácil imaginar el personaje y el contexto. Hablando con él y con la productora (Kattia González), nos dimos cuenta que la cinta tenía que filmarse con pocas personas, en un ambiente más íntimo, de amistad”, agregó.
Maurel confesó que actuar, comprar pan y hacer el café se volvieron en parte fundamental de su trabajo en la película, pues entre los cinco tenían que colaborarse.
“Todos fuimos un poco de todo; los actores hasta nos ayudaban con los vestuarios”, explicó González.
En la actualidad, Padre se encuentra en su etapa de posproducción y esperando el visto bueno del Festival de Cine Paz con la Tierra para ser estrenada dentro de la categoría de mejor película nacional.
“Estamos contentos y trabajando contra reloj porque si nos aceptan en el festival debemos estar listos. Estamos afinando cositas de sonido y color, entre otras cosas”, finalizó González.