Katherine Winter, una joven chilena de 16 años con un futuro prominente en el mundo de la música murió el 22 de mayo de 2018 en un local de Starbucks en Santiago de Chile. ¿El responsable? El ciberacoso.
La adolescente, quien cantaba desde niña y hasta había ofrecido su primer concierto a los seis años decidió quitarse la vida tras sufrir de ciberbullying.
Sin embargo, a menos de 10 meses de su muerte, la inteligencia artificial y el aprendizaje automático trajeron de vuelta su voz, para que pudiera alzarla y a pesar de su ausencia, crear conciencia sobre este problema.
Su padre, Emanuel Pacheco explicó a La Nación que: “Katy dejó grabadas y producidas 13 canciones que nosotros habíamos subido a Spotify, con algunos videos”.
Entonces, Sebastián Vildósola, director general creativo de La Familia les ofreció la posibilidad de escribir una canción que pensaron inicialmente se llamaría Good bye cyberbulling. Según Pacheco, en vida su hija grabó un tema llamado Good bye.
“En función de eso fue que nos dijeron, con tecnología, con inteligencia artificial, podemos estructurar una canción nueva, que Katy no cantó (pero que tendría su voz), que Katy no grabó pero que nos puede servir mucho para potenciar la campaña contra el ciberacoso que ustedes están liderando”, recordó Pacheco.
Finalmente, la canción creada se tituló “I don’t want to say goodbye”, intrepretada por la misma Katherine. Esto fue posible tras recopilar 500 archivos de audio y videos almacenados en el celular de la joven.
Reto de no alterar audios
El director de innovación Cristián Labarca aseguró que tuvieron un reto técnico y emocional enorme: “Tuvimos que trabajar sin alterar los audios para no perder la pureza de la voz de Katy y transmitir el mensaje que ella dejó entre líneas en las canciones que grabó antes de morir”.
La labor se logró tras un arduo trabajo de tres meses. Sebastián Vildósola apuntó a que, escuchar la voz de la joven en esta canción permitirá que “lo que ella vivió no se olvide y ayudará a generar un cambio”.
La canción narra el sufrimiento que Katy soportó como víctima del ciberacoso. “Representa su deseo de quedarse, así como el dolor abrumador que provocó que no pudiera continuar en este mundo por más tiempo”, asegura un comunicado enviado por Katy Summer Fundación .
Para sus padres volver a escucharla cantar ha sido un milagro. “Katy era música, era eso. Que ellos la hayan traído a la vida de nuevo con una canción con un mensaje positivo y que haya sonado bastante acá en Chile, como he visto a varios periódicos diciendo que es el himno contra el acoso escolar es emocionante”, dijo Pacheco.
Además, agregó que a pesar de haber perdido a su hija, esta obra concebida gracias a la tecnología les está devolviendo a una Katy “más grande", que les está abriendo las puertas para salvar la vida a muchos niños que están viviendo lo mismo que ella vivió.
Titánica tarea de prevención
Tanto Pacheco, como Evanyely Zamora padres de la menor, se han abocado a prevenir el suicidio adolescente asociado a situaciones de acoso escolar físico, verbal, escrito, psicológico y en redes sociales a los que niños y jóvenes están siendo expuestos. Esta labor la realizan por medio de la Fundación.
La organización les ha permitido dar charlas en colegios e inclusive influir en políticas públicas. “Hay un proyecto de ley que se aprobó recientemente, el cual legisla de una forma más clara todo lo que es el ciberacoso en Chile y genera consecuencias para los papás y jóvenes que son acosadores de otros”, explicó Pacheco.
El tema musical creado se enmarca en la campaña #GoodbyeCiberbullying, iniciativa que busca crear conciencia en la sociedad, particularmente en los jóvenes, sobre los nocivos efectos de esa práctica.
La iniciativa cuenta con un sitio web donde se puede ver el video con la canción de Katy Sumer. La dirección electrónica es www.goodbyeciberbullying.com.
“Algo que es destacable es que la perdimos el año pasado y hemos encontrado la forma para hacer todo esto y dar esta pelea. Es un sentido de resiliencia, de cómo uno puede tomar en la vida los obstáculos y dolores para encerrarse en ellos y perder su propia vida o enfocar ese dolor en algo sanador y ayudar a otros”, concluyó el padre de la adolescente.