Según se explica en el tuit, “creamos este proyecto para entretenimiento de usuarios hace unos meses. Pensamos que estábamos vendiendo algunas ventas cada mes de manera controlada. Honestamente, la aplicación no es tan buena, solo funciona con fotos particulares. Nunca pensamos que se volvería viral y no podríamos controlar el tráfico. Subestimamos mucho la solicitud”.

“No queremos ganar dinero de esta manera. Seguramente algunas copias de DeepNude serán compartidas en la web, pero no queremos ser quienes las venden (...) A partir de ahora, DeepNude no lanzará otras versiones y no otorga a nadie su uso. Ni siquiera las licencias para activar la versión Premium”, continúa el comunicado.

Y es que la aplicación solicitaba el pago de $50 (alrededor de ₡30.000) para activar el modo premium, con el cual se elimina la marca de agua, pero se agrega un logo que dice Fake (falso), en la esquina superior izquierda.

La decisión detrás del cierre de la app nació debido a la reacción negativa de la comunidad en línea, luego de que el medio especializado Vice publicó un artículo refiriéndose a la plataforma.

La comunidad condenó que existiera una aplicación cuya base sea la objetivación de la mujer y que solicitara un pago por hacerlo.

Sin límites

Básicamente, el software de DeepNude permite a cualquier persona utilizar una foto de cualquier mujer vestida, para crea una imagen nueva y desnuda de esa misma persona.

Según reportes de Vice, solo funciona en imágenes de mujeres. Al intentar utilizar la foto de un hombre, su pantalón es cambiado por una vulva.

De igual manera, presenta mejores resultados en imágenes en las que las mujeres presentan una menor cantidad de ropa, es decir, están en ropa interior o trajes de baño.

De acuerdo con algunos expertos, este tipo de aplicaciones generan desconcierto y una grave preocupación en cuanto a la privacidad y al consentimiento que cada día se ven violadas por el rápido avance de la AI. Esto por cuanto a la manipulación de la verdad para crear fotos y videos falsos, cada vez más difíciles de identificar y que atentan contra la integridad y la reputación de las personas.