Un reo apareció muerto en una celda individual de Máxima Seguridad, en la cárcel La Reforma, en San Rafael de Alajuela.
Se trata de Yader Sotela Matamoros, quien descontaba una sentencia de 50 años por los delitos de homicidio simple, tentativa, homicidio calificado y dos robos agravados, según confirmó esta mañana el Ministerio de Justicia y Paz. Él cumplía la sentencia en abril del 2044.
José Luis Bermúdez Obando, director de Adaptación Social, indicó que Sotela presentaba “varias patologías crónicas por las cuales era constantemente atendido”, sin embargo no dio mayores detalles.
De hecho, Bermúdez dijo que el recluso solicitó atención en el servicio de urgencias por referir sensación de palpitaciones. “Se le realizó un electrocardiograma que salió sin alteraciones y se le aplicó una inyección intravenosa”, apuntó el director.
El director de la clínica La Reforma, el doctor Adín Largo, comentó que una posibilidad es que Sotela pudo haber fallecido por muerte súbita, dado los antecedentes que tenía de hipertensión arterial. No obstante, dicha tesis será confirmada o descartada por el Organismo de Investigación Judicial (OIJ).
Lo único que conoce Justicia es que, tras la revisión de rutina que se hace en esa área, los custodios encontraron el cadáver de Sotela.
“De inmediato, las autoridades penitenciarias activaron el protocolo de seguridad establecido, procediendo en primera instancia a resguardar la escena de la celda individual”, se indicó.
¿Quién era?
Yader Sotela siempre fue considerado por las autoridades penitenciarias como un reo peligroso y en su paso por prisión generó varios altercados.
Uno en los que participó fue en el 2000, cuando hirió con un cuchillo artesanal a uno de los médicos que llegó a dar consulta, según se lee en un reporte de este diario de aquel año.
La víctima fue identificada como Wilfred Herrera, quien se había acercado a la celda de Sotela para evacuarle una pregunta.
Aparentemente, el recluso quería salir del centro para realizarse un examen de esperma en un hospital, a lo que Herrera le respondió que no era necesario pues podían efectuárselo en el centro de salud del penal.
Arroyo comentó que el reo se molestó, sacó un puñal hechizo de 25 centímetros y se lo clavó en el pecho al doctor, quien estaba afuera de la celda. Pese a la herida que le causó, el médico sobrevivió.
Otro de los altercados en los que se vio envuelto ocurrió en el 2002.
En una publicación hecha por este medio en ese tiempo, Sotela retuvo durante cinco horas y media a un custodio en lo que antes era el módulo de Máxima Seguridad en La Reforma. Él reclamaba que, supuestamente, oficiales le habían dañado su televisor y no le habían prestado atención, pese a que había hecho la queja respectiva.
Como no obtuvo respuesta de las autoridades, decidió privar de la libertad a este oficial penitenciario.