Oficiales de la Fuerza Pública descubrieron el jueves tres maletas que contenían 60.000 unidades de “espantasuegras”, las cuales transportados en el maletero de un autobús que viajaba por la zona sur.
El hallazgo lo hicieron los oficiales en el puesto de control del kilómetro 35, ubicado en Gaycará de Golfito, provincia de Puntarenas, cuando inspeccionaron un bus de transporte público que viajaba desde la zona fronteriza con dirección a San José.
La pólvora se encontraba distribuida en 24 cajas. Fue decomisada, pues la Ley de Armas y Explosivos prohíbe el transporte de explosivos en vehículos de transporte público.
El Ministerio de Seguridad Pública informó este viernes de que, por este caso, se detuvo a una mujer de apellido Fuentes, de 40 años, como propietaria de los artefactos.
Ella les indicó a los oficiales que los artefactos pirotécnicos los compró en Panamá, pero que no contaba con las facturas correspondientes.
Las autoridades presumen que fueron introducidas al país de contrabando por algún paso ilegal en la comunidad de Paso Canoas, en la frontera con Panamá.
Los agentes procedieron con el decomiso de la pólvora y presentaron a la sospechosa ante la Fiscalía de Corredores para las diligencias pertinentes.
El director de la Policía de Fronteras, comisionado Allan Obando, resaltó el actuar de los oficiales. "Se puso en riesgo la seguridad de los que viajaban en el autobús, porque los artefactos podrían explotar en cualquier momento, por el calor o debido a un fuerte golpe”, afirmó.
El artículo 93 de la Ley de Armas y Explosivos establece penas de tres a siete años de prisión para quien adquiera, comercie, transporte, almacene y venda cualquier artículo pirotécnico sin tener el permiso para realizar este tipo de actividades o que no cumpla con los requisitos exigidos por esa ley.