Tres policías de la Fuerza Pública y un empresario fueron detenidos la mañana de este jueves porque, supuestamente, están vinculados con un asalto a una gasolinera, ocurrido el 12 de noviembre del 2018 en Guanacaste.
Los oficiales son sospechosos de los delitos de robo agravado y tentativa de homicidio. Dos de ellos fueron detenidos en allanamientos en Cañas, mientras que el tercero fue capturado horas después en Palmira, en Carrillo, Guanacaste.
Según informó la Fiscalía, se trata de tres hombres de apellidos Herrera Castro, Rosales Arias y López. El primero era encargado de equipo y trabajó casi 12 años en el Ministerio de Seguridad, mientras que el segundo tenía el puesto de agente uno y tenía 6 años de laborar para la institución.
De momento, no se tiene más información de López.
Mientras que del empresario, se sabe que es un sujeto de apellidos Porras Jiménez, quien era socio del propietario de la gasolinera, en un negocio dedicado a la venta de productos, tipo polaco, señaló Fiscalía.
No trascendió cuándo fue aprehendido Porras, ni cuál habría sido su participación en los hechos, aunque la Fiscalía lo señala también por robo agravado y tentativa de homicidio.
El ente acusador comunicó que, el día de los hechos, tres sujetos de apellidos Zúñiga Garcés, Vargas Miranda y Romero Rodríguez, habrían llegado hasta la gasolinera, donde utilizaron un arma de fuego para amenazar a los trabajadores y robarles ¢13 millones.
Al parecer, los policías habrían brindado ayuda a los asaltantes para que pudieran cometer el robo, incluso se presume que ellos giraron órdenes a sus compañeros para que, ese día, realizaran patrullajes en zonas alejadas al local.
No obstante, una patrulla de la Fuerza Pública les dio seguimiento, por lo que, al parecer, los asaltantes dispararon a la patrulla, consiguiendo que este se volcara.
Los hombres huyeron por un cañal que se ubica cerca del cruce de San Miguel, pero tiempo después fueron detenidos. Ellos permanecen en prisión preventiva desde hace dos meses.
En cuanto a los detenidos hoy, la Fiscalía indicó que se les achaca el delito de robo agravado por el asalto a la gasolinera, mientras que el delito de tentativa de homicidio se les atribuye porque consideran que los policías conocían que los asaltantes utilizarían un arma en el atraco.
Durante el allanamiento, les decomisaron los celulares.
De momento, el Ministerio Público está a la espera de que se les tome la declaración indagatoria y, posteriormente, serán puestos a las órdenes del Juzgado Penal de la zona, donde pedirán medidas cautelares en su contra.
Daniel Calderón, director de la Fuerza Pública, lamentó la situación, pero señaló que esto es muestra del interés del Ministerio por mejorar la calidad del personal.
Mencionó que todo funcionario tiene derecho al debido proceso, por lo que esperarán el resultado de la investigación penal para tomar decisiones a lo interno.