Un aeronave militar Boeing C-17 Globemaster del gobierno estadounidense transportó hasta Florida 39,2 toneladas de drogas decomisadas en Costa Rica en los últimos siete meses, para destruirlas allá.
Según con un comunicado de prensa de la Embajada de Estados Unidos, el envío se hizo la semana pasada, pero trascendió hasta este miércoles.
Además, destacan la labor que han hecho las autoridades costarricenses y que ha permitido la incautación en los distintos puntos del territorio nacional de cientos de kilos de estupefacientes.
“Elogiamos el excelente trabajo de los servicios de seguridad costarricenses en la incautación de una cantidad récord de drogas en el último año, mientras nuestros países trabajan juntos para combatir el tráfico de drogas y contribuir con la seguridad en el hemisferio” informó Gloria Berbena, encargada de Negocios de la embajada.
La destrucción de la droga se completa mediante un proceso conocido como gasificación por plasma, en una cámara donde las temperaturas pueden alcanzar casi los 14.000 grados Celsius.
Al estar a esas temperaturas los residuos inorgánicos se desintegran y vitrifican, en cambio, los orgánicos se convierten en gases, los cuales pueden ser utilizados para producir combustibles líquidos o electricidad.
El método de plasma es una forma no contaminante para destruir las drogas, ya que no se trata de una combustión y el proceso ocurre solamente en una cámara cerrada.
En la actualidad, Costa Rica no cuenta con un incinerador propio para destruir los estupefacientes, razón por la cual el gobierno estadounidense colabora con este proceso periódicamente.
Actualmente, ambos países trabajan en la instalación de un incinerador en Costa Rica que facilite los procesos destructivos.