Cinco meses después de que empezaron las fiestas en un bar clandestino ubicado en el antiguo Beach Club, en Barrio Dent, en Montes de Oca, finalmente este fin de semana los vecinos lograron dormir en paz. El local fue clausurado por la oficina de patentes de la Municipalidad de Montes de Oca y por el Ministerio de Salud el pasado jueves 23 de setiembre, ante las insistentes quejas de los lugareños.
La Nación consultó al alcalde de Montes de Oca, Marcel Soler Rubio, los motivos para que la clausura se diera tras cinco meses de venta ilegal de licor, fiestas multitudinarias y escándalos hasta el amanecer. Soler argumentó que la medida se tomó hasta ahora porque hubo una confusión inicial, pues los denunciantes alegaban que eran “fiestas que hacían personas”, sin tramitar el asunto en patentes. Además, alegó que fue hasta después que se logró determinar que cobraban por el ingreso y que se trataba de una “actividad lucrativa”.
No obstante, la clausura se concretó un mes y tres semanas después del primer allanamiento, realizado el 1.° de agosto, cuando el Juzgado Penal autorizó la medida para determinar si en el lugar se estaba realizando un evento que requería autorización del Ministerio de Salud. Además, desde 22 de junio, los vecinos y la Fuerza Pública ya habían alertado de la situación, incluyendo que se trataba de una actividad comercial.
A todo lo anterior, se suma que el inmueble no está inscrito como local comercial, sino como casa de habitación, lo que imposibilitaba, desde el día uno, la realización de actividades como las que se organizaban en el lugar, a menos de 500 metros de la municipalidad, al menos tres veces a la semana, con presencia de entre 100 y 400 personas y con horarios desde las 9 p. m. hasta las 9 a. m. del día siguiente.
Pese a los sellos de clausura en el local, vecinos -que pidieron mantener sus nombres en reserva- reportaron que este sábado 25 de setiembre unos sujetos se presentaron en un camión y cargaron todos los muebles y utilería que habían en el sitio. Según testigos, los sellos fueron colocados en paredes y portones, pero no en cerraduras y candados, por lo que personas pudieron ingresar sin necesidad de romper los stickers.
Incluso, el miércoles 22 de setiembre, un día antes de colocarse los sellos de clausura, fotografías capturadas por testigos que también prefirieron conservar su anonimato, evidencian que un camión llegó al lugar para trasladar las cámaras refrigeradoras que eran utilizadas durante las megafiestas.
Además, recién el martes 28 de setiembre los organizadores de las megafiestas enviaron por WhatsApp un banner promocionando el próximo festejo, a realizarse el 1.° de octubre en una “locación secreta”. También lo promocionan como “nueva ubicación”.
A pesar de que el alcalde Soler resaltó en la entrevista que la municipalidad estaba enterada y actuando “desde hace ya bastante tiempo”, lo cierto es que los vecinos de barrio Dent reclaman la escueta y desinteresada respuesta que les brindó Patentes cuando acudieron a esa instancia.
En el documento, enviado a los lugareños el 16 de setiembre, la jefa de patentes, Liliana Barrantes, hace referencia a los horarios de funcionamiento que debe respetar un local plenamente establecido, así como la distribución de zona comercial donde se ubica la casa de habitación.
No obstante, en ningún lugar del escrito se refiere concretamente al caso del bar clandestino en cuestión, ni hace alusión a las actividades comerciales ilícitas que en el lugar se realizaban y que, apenas una semana después, fueron motivo de clausura.
“No conozco lo que el departamento haya contestado. Puede que no supieran del caso específico, también sucede que en el sector hay otros bares, entonces puede ser que lo hayan confundido con alguno de los que sí están funcionando adecuadamente”, justificó el alcalde Soler.
Ministerio de Salud también tardó en ejecutar acciones
Aunque el Ministerio de Salud conocía de las fiestas clandestinas en esa casa desde el 20 de junio anterior, gracias a una denuncia anónima en la línea 1322, lo cierto es que sus funcionarios tampoco actuaron con celeridad para clausurar el sitio. Ellos incluso participaron del allanamiento de agosto, pero en aquel momento no se cerró el local.
Los vecinos intentaron presionar con un segundo allanamiento y por ello acudieron al Juzgado Penal Segundo Circuito Judicial de San José en Goicoechea, para solicitar la intervención, pero allí les indicaron que era requerida la participación del Ministerio de Salud.
Ese despacho justificó la tardanza en que, en el allanamiento realizado a principios de agosto, no encontró a ninguna persona a cargo del inmueble, por lo que se postergó la colocación de los sellos. El pasado viernes 25 de setiembre, finalmente, se ejecutó la clausura con la colaboración de Fuerza Pública. El cierre se dio debido a que el bar clandestino no contaba con Permiso Sanitario de Funcionamiento.
Como propietario del inmueble figura una sociedad anónima llamada Formalauth Internacional Sociedad de Responsabilidad Limitada. La Nación intentó contactar vía telefónica con los organizadores de los eventos, no obstante, reiteradamente la llamada era enviada a buzón de voz.
LEA MÁS: Editorial: Falta autoridad frente a fiestas clandestinas
Jueces atrasan realización de allanamientos
Otro de los motivos que dilataron la intervención y clausura de estos bares clandestinos es la complicada situación que enfrenta Fuerza Pública cuando solicitan la aprobación de una orden de allanamiento en horas de la noche y madrugada.
En el caso de las megafiestas en barrio Dent, la Fuerza Pública de San Pedro intentó en dos ocasiones obtener una orden de allanamiento, las noches del viernes 17 y sábado 18 de setiembre. No obstante, debido a la tardanza en el proceso, para el momento en que la orden era considerada, la megafiesta ya había sido finalizada por los organizadores.
Esto ha provocado que los operativos policiales se limiten a actuar fuera de los límites de la propiedad donde se organizan los festejos, en ese sentido, Fuerza Pública y Policía de Tránsito han realizado multas por conducir sin licencia y por irrespeto a la restricción vehicular, entre otros.
Los vecinos de barrio Dent estiman que, sin el apoyo de Fuerza Pública de San Pedro, la problemática en la comunidad seguiría. Ellos incluso acudieron a la Defensoría de los Habitantes, pero sin ninguna respuesta.