Un tráiler, que recién había salido del muelle de Moín, en Limón, llevaba 330 paquetes con cocaína camuflados en una carga de cerámica.
El descubrimiento lo hicieron agentes del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), luego de que los investigadores recibieron informes de policías internacionales sobre un posible trasiego de droga que pasaría por Limón. El tráiler lo interceptaron a 300 metros de distancia de la terminal portuaria.
Wálter Espinoza Espinoza, director de ese cuerpo policial, dijo que la vigilancia se mantenía desde el lunes en la tarde y fue hasta este martes a las 6:20 a. m. que se produjo la detención.
De acuerdo con los reportes policiales, la droga estaba escondida en un cargamento de losas de cerámica, dentro de un contenedor corto (seis metros de largo). El depósito llegó a Costa Rica en un barco procedente del puerto de Turbo, en el departamento de Antioquía, en Colombia.
La cocaína estaba metida en 13 maletines de color negro. Cada una de los paquetes con droga tiene impresa la palabra Millionaire, dijeron las autoridades.
Además se presume que el propietario de la carga de cerámica no tiene relación con el estupefaciente, pues se detectó que el marcamo del contenedor se encontraba alterado.
Wálter Espinoza estimó que este cargamento tiene un valor aproximado a $2 millones en el mercado costarricense. "Cada uno de esos paquetes tiene un precio que oscila entre $6.000 y $7.000. Precisamente por esa razón es un decomiso importante no solo desde el punto de vista criminal, sino también desde el punto de vista económico”.
La policía cree que el cargamento pertenece a una organizacion dedicada al narcotráfico que opera en la capital, pero que tiene nexos con otro grupo en el Caribe de Colombia. La droga sería enviada a Estados Unidos, comunicó el OIJ.
Por este caso se detuvo al chofer del tráiler que es de apellido Garita de 37 años.