La muerte de dos jóvenes de 22 años en la ciudadela Quince de Agosto, el 7 de enero de este año en Tirrases de Curridabat, habría obedecido a líos por venta de drogas. Los tres sospechosos del mortal tiroteo ya están detenidos.
La mañana de este martes, al menos ocho agentes del OIJ llegaron en un camión blindado y en un pick-up a una casa de dos pisos, donde cayó el único de los sospechosos que faltaba por detener, un hombre apellidado Porras Morales, de 33 años.
En medio de ladridos de perros, los agentes vulneraron el portón de la casa y lograron la captura del sujeto buscado.
Los fallecidos en enero fueron José Rodolfo Araya Oporta y Diego Esteban Salazar Donzón, quienes aparentemente llegaron a cobrar una deuda por drogas cerca de donde los acribillaron.
Las pesquisas policiales dejaron ver que una agrupación dedicada al microtráfico tenía deudas pendientes con otra, por lo que esta última envió a Araya a recuperar el dinero adeudado, y éste se hizo acompañar por un amigo, sin embargo no lograron su objetivo.
En un tiroteo ocurrido a pleno día, ambos cobradores quedaron tendidos en la vía pública y Araya no tuvo tiempo de desenfundar el arma que portaba.
El informe preliminar del OIJ confirma que los hechos en apariencia obedecieron a disputas por venta de drogas.
Dos días después del doble homicidio, la Policía Judicial informó de que familiares de Salazar y Araya los reconocieron por los tatuajes que tenían y retiraron sus cuerpos de la morgue.
Esa vez algunos vecinos dijeron que ninguno de los fallecidos era de la zona, lo cual resultó cierto, pues según el OIJ, Diego Esteban Salazar era vecino de Alajuela y José Rodolfo Araya vivía en Pavas.
La madre de Diego Esteban Salazar, Martha Donzón, afirmó que su hijo era amigo desde tiempos de colegio de José Rodolfo y que el día que lo mataron no portaba armas, más bien le robaron el celular que tenía. Agregó que laboraba en construcción.
La Sección de Homicidios logró individualizar a los sospechosos, los cuales son Porras (detenido este martes) y otro hombre de 21 años, de apellidos Rivera Granados, quien se encuentra preso por otro delito.
Además, se señaló a un menor de 15 años, que también quedó detenido meses atrás.
Con la tercera captura, el caso quedó en manos del Ministerio Público, que ahora deberá proceder con la respectiva acusación.