El 26 de marzo del 2016, todo cambió para quienes conocían a Alejo Leiva Lachner, de 21 años.
Ese día, él fue atacado por una turba de al menos 20 hombres en Playas del Coco, Guanacaste y, en medio de la riña, recibió una puñalada en el pecho que terminó por arrebatarle la vida, “una vida llena de sueños”, según dijo su abuela Lilia Castro, el 27 de marzo de aquel año a un equipo de este medio.
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Desde aquel momento, el proceso para que se haga justicia en nombre de este muchacho no ha sido fácil, mucho menos rápido.
Aunque, entre abril y setiembre del 2016, las autoridades lograron detener a los cinco sujetos señalados por este homicidio y pese a que exactamente un año después la Fiscalía logró elevar el caso a juicio, el debate aún no se realiza.
En primera instancia, estaba programado para julio pasado; sin embargo, el Tribunal Penal de Santa Cruz “varió su agenda y lo programó para el 28 de junio del 2021”, señaló el Ministerio Público ante una consulta de este medio por la tramitación que se le ha dado al expediente 16-000641-060-PE.
La oficina de prensa del Poder Judicial confirmó la información y, sin brindar mayores detalles, agregó que está previsto para concluir el 30 de ese mismo mes.
Es decir, si no hay más cambios en las agendas del Tribunal, la justicia para Alejo Leiva llegará poco más de cinco años después de su asesinato.
Se intentó conversar con la familia del joven sobre la lentitud del proceso; sin embargo, en una llamada telefónica, indicaron que prefieren no dar entrevistas.
Los supuestos responsables
Por este caso hay cinco hombres señalados como los presuntos responsables del crimen de Alejo Leiva, quien estudiaba ingeniería y disfrutaba de los deportes como el surf y el windsurf.
Los imputados están identificados con los apellidos Ortíz Vargas, Rivas Clark, Ovares Chevez y dos hermanos de apellidos García Canales.
Pese a que la Fiscalía esperaba que la investigación permitiera recalificar el delito a un homicidio simple o calificado para sancionar con mayor severidad a los responsables, esto no fue posible. Por eso, todos son perseguidos por el delito de homicidio en riña, el cual solo se castiga con penas que van de tres a seis años de cárcel, según lo establece el Código Penal en el artículo 139.
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A los dos hermanos también se les achaca el ilícito de lesiones en riña en perjuicio de un amigo de Alejo. Este acto se castiga con penas de entre un mes y cuatro años de encarcelamiento, según la gravedad de las heridas causadas.
Por este caso puntual, la Fiscalía indicó que ninguno de ellos descuenta prisión preventiva. “La prisión preventiva es una medida procesal excepcional y se solicita según la valoración que realiza el Ministerio Público en cada caso”, indicó el ente acusador, al tiempo en el que agregó que tampoco tienen ninguna otra medida cautelar en su contra.
No obstante, tres de ellos sí están en la cárcel por otros hechos.
Para empezar, Ortíz, quien es conocido como Bestia, fue condenado a 15 años y seis meses de cárcel por una tentativa de homicidio y privación de libertad agravada, cometida en agosto del 2016.
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Fue sentenciado porque supuestamente él y otro hombre secuestraron y torturaron a un individuo para obtener información de un sembradío de marihuana. Al ver que el ofendido no les brindó lo que querían, le dispararon cerca de su cuerpo, sin impactarlo y lo amenazaron con matarlo.
Además, en aquel mismo año, la Fiscalía indicó que Bestia también era investigado por formar parte de una banda narco conocida como Los Paveños (por ser de Pavas, San José), la cual supuestamente movilizaban droga a sectores costeros de Guanacaste.
El otro encarcelado es Rivas Clark, quien registra tres juzgamientos, según la Fiscalía. El primero es una pena de 3 años y diez meses de prisión por robo agravado; el segundo es una sentencia de un año de cárcel por ofensas y maltrato.
La última condena es de un año y ocho meses por el delito de incumplimiento de medida de protección y amenazas.
El tercero que descuenta prisión es Ovares Chevez, a quien un juez le impuso seis años de encarcelamiento por el delito de infracción a la Ley de Psicotrópicos.
El asesinato
El crimen de Alejo Leiva ocurrió el 26 de marzo del 2016, cuando este joven y varios amigos vacacionaban en Guanacaste.
A eso de la 1:20 a. m. de ese día, ellos se trasladaron en un taxi pirata a un bar en Playas del Coco. Cuando se bajaron del auto, el taxista casi golpea a uno de los muchachos, lo cual provocó un pequeño altercado.
En ese momento, el incidente no pasó a más y el grupo entró al bar. Al rato, un sujeto se les acercó y les aconsejó que mejor se fueran porque los andaban buscando, pero ellos se quedaron.
Una media hora más tarde, llegó una turba, de al menos 20 personas, a enfrentarlos. Los jóvenes salieron corriendo, pero a Leiva no le dio tiempo de escapar y fue atacado.
Él recibió una puñalada en el pecho, por lo que fue trasladado al Hospital Enrique Baltodano, en Liberia, donde murió tiempo después.