El proceso contra el estudiante acusado por amenazar con un tiroteo en el Colegio de San Luis Gonzaga, en Cartago, culminaría si prospera una solicitud de la defensa pública.
El Juzgado Penal Juvenil de esta ciudad decidirá si al menor de edad se le aplica la suspensión del proceso a prueba, una medida alterna al juicio en la que el adolescente se compromete a cumplir un plan de reparación para evitar una condena.
Hace un mes, el joven fue reubicado de secundaria por orden del Juzgado, y la defensa pidió que este traslado se tomara como parte de una salida alternativa.
Los jueces ya habían avalado la propuesta; sin embargo, la Fiscalía la apeló y detuvo la resolución inicial.
Ahora, las partes esperan una nueva audiencia en la que el Ministerio Público expondrá sus argumentos.
A diferencia de las causas contra mayores de edad, en los procesos penales juveniles la salida alterna no obliga al muchacho a aceptar los cargos, ni debe haber consentimiento de la Fiscalía.
El Poder Judicial indicó que no divulgará la fecha de la vista, pues la Ley Penal Juvenil protege los datos y la imagen del imputado menor de edad.
Si el Juzgado rechaza la apelación del Ministerio Público y avala la suspensión del proceso a prueba, este sería el cierre de esta causa.
Semanas atrás, el estudiante había manifestado su deseo de mantenerse en el San Luis Gonzaga. Incluso, su madre interpuso un recurso de amparo contra el traslado, el cual fue rechazado por la Sala Constitucional.
Padres de familia, alumnos, egresados y la Junta Administrativa de este centro educativo se opusieron a que él continuara ahí su tercer año de secundaria.
Al parecer, el joven publicó, en un video de YouTube, amenazas de tiroteo en este colegio, por lo que fue arrestado el 23 de abril en su casa, en Agua Caliente de Cartago.
La Fiscalía solicitó detención provisional contra el investigado, pero el Juzgado lo dejó libre y sin medidas cautelares.
La difusión en redes sociales de este video obligó al San Luis Gonzaga a suspender clases durante varios días y a reforzar medidas de seguridad.
Al joven le prohibieron ingresar al colegio, pero le facilitaron material y tutorías para que no se atrasa con las materias. Como medida disciplinaria, le rebajaron 45 puntos en la nota de conducta del primer trimestre.
Además, la institución le solicitó atención psicológica al Hospital Max Peralta, de Cartago.