Con tan solo 18 años, Gary Steven Badilla Herra ingresó en el 2015 a un búnker ubicado en Loma Linda de Desamparados y abrió fuego contra varios de los presentes. En medio de la refriega, propiciada por una disputa por territorios para la venta de droga, fallecieron tres hombres y otro sujeto se salvó al ocultarse debajo de una cama.
Badilla Herra, ahora con 24 años, fue condenado este lunes en los Tribunales de Desamparados a un total de 73 años de prisión por el triple crimen, así como por tentativa de homicidio y robo agravado. Estos delitos los cometió junto con un menor de edad que fue procesado en una causa aparte.
Las víctimas mortales del ataque fueron identificadas como Carlos Alberto González Santamaría, de 39 años; Luis Alberto Ramos Badilla, de 34; y César Steven Beita Muñoz, de 23. En tanto, Josué Rojas Araya logró salir con vida.
De acuerdo con el juez Luis Venegas, a Badilla se le dictaron 14 años por el homicidio simple contra Ramos, y 22 años por los homicidios calificados contra Beita y González. Por la tentativa de homicidio calificado contra Araya, le dictaron 10 años y, por último, recibió cinco años de prisión por robo agravado, ya que antes de disparar amenazó a las víctimas y les sustrajo los celulares.
LEA MÁS: Sospechoso de tres homicidios intentó matar a exnovia en Desamparados
La condena se reduce a 50 años, que es la pena máxima en nuestro país. Mientras la sentencia queda en firme, el joven permanecerá en prisión preventiva. La investigación se desarrolló dentro del expediente 15-016450-042-PE.
Este sujeto tiene una causa pendiente, pues en el 2019 intentó matar a su exnovia en Higuito de San Miguel, Desamparados. Luego de una discusión, el hombre la golpeó e intentó asfixiarla, también accionó un arma contra ella en dos ocasiones. Sin embargo, no logró herirla y la mujer aprovechó para escapar por una ventana y pedir ayuda a vecinos.
Antes de esos hechos, el 16 de abril del 2016, Badilla había sido condenado a tres años de prisión por una tentativa de robo agravado. Pese al antecedente que tenía, como sospechoso del triple homicidio, el Tribunal Penal le otorgó el beneficio de ejecución condicional de la pena, por lo que no fue a la cárcel.
Disparos a mansalva
La noche del 2 de agosto del 2015, Badilla llegó a la vivienda de Luis Alberto Ramos, en cuya parte trasera funcionaba un búnker, o recinto dedicado a la venta y consumo de drogas. Al primero que encontró fue a César Beita, a quien le pidió que lo llevara al búnker donde estaba Ramos, y que abriera la puerta para poder ingresar.
Ya en ese lugar, Badilla sacó un arma de fuego y disparó en al menos 15 ocasiones contra Ramos, quien falleció de inmediato. Para no dejar testigos y tratar de asegurarse la impunidad, Badilla procedió a dispararle a Beita, a quien impactó en el brazo derecho y en la cabeza. Luego, le disparó a González en la espalda y la cabeza.
Un cuarto sujeto que estaba con González, identificado como Josué Rojas, se pudo salvar, porque se ocultó debajo de un colchón. De los tres baleados, dos murieron en el sitio, mientras que Beita perdió la vida poco después de ingresar al Hospital San Juan de Dios, donde fue trasladado en condición grave.
Badilla fue capturado desde el 1.° de octubre del 2015, como responsable del triple asesinato. El hombre volvió a caer en manos de la Policía el 5 de noviembre del 2019, cuando intentó matar a su exnovia, de 25 años.