Rónald Moya Chacón, uno de los periodistas de La Nación que fue sentenciado en 2007 por la vía civil debido a una publicación que hizo sobre una investigación que se seguía contra un jefe policial de la zona sur, dijo este martes estar satisfecho por la condena de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH) contra el Estado costarricense, en la que se determinó que se violó su libertad de expresión.
En la decisión del alto tribunal, los jueces consideraron que el Estado violentó derechos humanos al castigar a los comunicadores Moya Chacón y Freddy Parrales Chaves a pagar una indemnización de ¢5 millones por, supuestamente, haber causado “daño” moral al jefe policial con la divulgación del artículo.
Para Moya, además de la importancia personal que tiene esta decisión, luego de muchos años en los que su credibilidad estuvo en juego, la decisión de la Corte IDH también “fortalece a la prensa en Costa Rica, porque no puede ser que a usted como periodista lo condenen en su propio patrimonio, porque la condena civil lo que hace es eso”.
“Este tipo de sentencia (la impuesta en tribunales costarricenses), obviamente, y lo dice la sentencia de la Corte, vino a amedrentar al periodismo en Costa Rica porque tenía uno que ponerse a pensar, nosotros lo vivimos después de que nos condenaron porque otros grupos que estaban haciendo de las suyas en la zona del sur nos llamaron y nos advirtieron: ‘mire, si publica esto, les va a pasar lo mismo que les acaba de pasar con este caso del policía’. Entonces, con esta sentencia se viene a fortalecer la profesión, para que los periodistas no seamos más víctimas de este tipo de amedrentamientos”, explicó.
Moya Chacón era, para el 2005, el editor de Sucesos y Judiciales de La Nación. Este periodista y abogado hoy goza de su pensión.
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Recuento
Un par de horas después de conocer el fallo, que escuchó desde su casa, Moya Chacón analizó el largo proceso en tribunales que derivó en la condena para Costa Rica y el impacto en su vida profesional y en la de la prensa en el país.
“Yo diría que lo celebro en dos dimensiones: La primera, obviamente, que se anula la sentencia que nos impuso el Tribunal Penal de San José, que pese a que nos absolvió en el plano penal, por los delitos de calumnia y difamación, inexplicablemente el mismo Tribunal nos impuso una sanción civil a favor de un jefe policial al que nosotros habíamos aludido en una publicación y en la que señalamos que estaba siendo investigado.
“¿Por qué el tribunal nos absuelve en lo penal? Muy sencillo, porque lo que dijimos estaba amparado en fuentes confiables y dignas de crédito (...); sin embargo, de manera inexplicable y fue sobre todo la lucha que dimos, es que se nos impusiera una condena civil diciendo que pese a que las publicaciones fueron bien publicadas, que se hicieron de manera diligente, las publicaciones, dice el Tribunal, dañaron el honor y el prestigio del policía. En primer lugar, estábamos haciendo alusión a un jefe policial de una zona tan importante como en la zona sur, que por aquellos años tenía a su cargo más de 25 policías, y aparte de eso estábamos hablando de un delito de enorme interés público.
“En aquel tiempo llevamos el asunto a Casación y ahí se confirmó la sentencia, diciéndonos más bien que tuvimos que haber agotado otras fuentes y diciéndonos incluso qué fuentes debimos haber consultado, o sea, un tribunal costarricense como es la Sala Tercera, diciéndole a la prensa costarricense qué fuentes deben consultar, lo cual obviamente lesiona la libertad de prensa.
“Por eso el asunto se lleva inicialmente a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, que emite un dictamen favorable diciendo que efectivamente se lesionó la libertad de prensa, se restringió la libertad de prensa con esa sentencia y entonces posteriormente se elevó el caso a la Corte”, explicó.
La segunda causa de celebración, agregó Moya, es el fortalecimiento de la prensa en Costa Rica. “¿De qué vivimos los periodistas? ¿Cuál es nuestra principal fortaleza? La credibilidad.
“Durante estos 12 o 13 años de esta condena he sido el periodista condenado por afectarle el honor a un policía y entonces esto se lleva durante todos estos años. Por eso me siento muy satisfecho de que esta sentencia desaparezca de la vida jurídica del país, se le está ordenando al Poder Judicial hacerla desaparecer”.
Con igual satisfacción reaccionó Freddy Parrales, quien para el momento de la publicación periodística era corresponsal de La Nación en la zona sur. Este martes, desde Ciudad Neily, el periodista también resaltó el impacto para el gremio.
“Estamos muy contentos, no solo yo, mi familia, después de 17 años de sufrimiento, porque la gente lo tildaba a uno de mentiroso, porque como fuimos condenados, a uno la gente no le creía. Para mí sigue siendo muy importante, porque sigo trabajando para una empresa periodística, Colosal Informa, y esto nos permite volver a trabajar tranquilos, volver a que la gente le crea a uno, hoy puedo dormir tranquilo.
“Esto no solo favorece a Freddy Parrales o a Rónald Moya, es a todo el gremio, que ya podemos volver a hacer el trabajo con respeto y con fuentes confiables. Por fin, después de tantos años”, reseñó.