La Isla del Coco cuenta desde el mes de marzo con un mareógrafo, un dispositivo que alertará sobre posibles sunamis que puedan afectar a nuestro país.
El aparato, que mide las mareas, se sitúa a 532 kilómetros de puerto Caldera, Puntarenas, a 36 horas de viaje en lancha.
Según los científicos, el mareógrafo beneficiará a guardaparques, investigadores, voluntarios y turistas, ya que el estudio de sunamis que afecten a la isla, permitirá validar la investigación sobre eventos de mayor magnitud que podrían dirigirse hacia ella.
Silvia Chacón, oceanógrafa de la Universidad Nacional (UNA), manifestó que varios sunamis han sido observados allí, incluso grabados en video.
"Si sabemos que tan grande es el arribo de un sunami ahí, podemos estimar que tan grande sería en Centro y Suramérica. La llegada del sunami a nuestras costas, desde la isla, tardaría hasta una hora y media. La transmisión de datos del mareógrafo es en tiempo real", explicó Chacón.
Desde los años noventas existía el interés por colocar un dispositivo; sin embargo, la carencia de estructuras a las que pudiera fijarse el mareógrafo, el elevado costo y el fuerte oleaje en la isla durante la mayor parte del año, postergaron su instalación.
La inversión en el dispositivo ronda los ¢12 millones, indicó la Universidad Nacional (UNA), mediante un comunicado.
En Costa Rica, desde el 2014 existe una moderna sala de monitoreo de ssunamis, única de Centroamérica y ubicada en el Departamento de Física de la UNA. Esta pertenece al Sistema Nacional de Monitoreo de Tsunamis (Sinamot).
Según los protocolos establecidos, cada vez que hay una amenaza, así declarada por el Centro de Alertas de Tsunamis del Pacífico, en Hawaii, los oceanógrafos e ingenieros marítimos de Sinamot emiten un criterio científico para Costa Rica.
La Comisión Nacional de Prevención de Riesgos y Atención de Emergencias (CNE) es la entidad encargada de decretar posibles alertas para la población, con base en dicho informe técnico.
La coordinación general para la instalación se realizó desde la Red de Observación del Nivel del Mar en América Central (Ronmac-UNA), la cual maneja la red de mareógrafos en Costa Rica, ubicados en Quepos, Limón, Papagayo y Herradura.