El viaje de rutina en tren de Óscar Navarrete Aguilar terminó convertido en una escena de caos, gritos y estruendos metálicos. Minutos antes de las 10 a. m., el tren en el que viajaba desde Heredia hacia San José chocó contra un tráiler en Bajo Piuses, en Cinco Esquinas de Tibás.
El impacto volcó el primer vagón y dejó 11 personas heridas en un servicio en el cual iban 100 pasajeros.
Navarrete, quien iba con su esposa María Pérez Mendoza, detalló con claridad el momento en que la tranquilidad del vagón se quebró.
“El maquinista empezó a pitar en Colima. Pitó varias veces y, de un pronto a otro, nada más sentimos el impacto”, contó aún con la voz agitada. Él mismo luego ayudó a otras personas a salir y a tranquilizar a los pasajeros.
El primer vagón, donde él viajaba junto con su esposa y decenas de pasajeros, se inclinó de inmediato hacia la derecha.
“Se vino para un lado. El conductor y la tripulación salieron golpeados. Muchos salieron expulsados de las sillas hacia el lado derecho”, añadió.
Según relató, el tren se volcó parcialmente y el caos se desató entre niños, mujeres y adultos golpeados por la brusca maniobra.

“Escuchamos unos estruendos fuertes y el tren se volcó del lado derecho. Había bastantes niños y mujeres golpeados, hasta una señora en silla de ruedas. Todos gritaban”.
El miedo aumentó cuando el tráiler, tras el choque, fue arrastrado por la locomotora hasta un poste, donde se generó un cortocircuito. “La gente se asustó porque pensó que iba a haber fuego”, afirmó.
Navarrete trató de tranquilizar a quienes estaban a su alrededor.
“Empecé a gritarles que se calmaran porque eso era diésel, que no iba a explotar”.
Otro joven pasajero colaboró en ayudar a evacuar a las personas atrapadas en el vagón.
Mientras lograban salir, la esposa de Navarrete luchaba por mantener la calma. “Mi esposa estaba nerviosa, muy asustada”, dijo.
Pocos minutos después llegaron los equipos de la Cruz Roja, que movilizó siete ambulancias y un vehículo de rescate. En el sitio se atendió a 10 personas en condición estable y una en condición urgente.
Las autoridades mantienen la investigación para determinar las causas de la colisión, mientras los sobrevivientes como Óscar intentan procesar un viaje que, en cuestión de segundos, se convirtió en una escena de pánico con numerosos testigos agolpados viendo la escena y asistiendo a los pasajeros.
