Lo que parecía iba a ser otro rutinario viaje entre Heredia y la capital, terminó convertido en una memoria desagradable para Marcela Rivera. La mañana de este jueves 3 de julio, mientras conducía por la ruta de Circunvalación, rumbo a Desamparados, fue víctima de un hecho insólito y potencialmente fatal: un hombre le lanzó un tanque de lavadora desde la parte alta de un puente, mientras ella manejaba.
El incidente ocurrió en sentido Hatillos-Parque de La Paz, en las cercanías del desvío hacia la Guacamaya, en Paso Ancho. Mientras ella pasaba por debajo del puente, el hombre con la pieza de la lavadora estaba en la parte alta.
“Yo iba muy tranquila, incluso cantando en el carro. Era muy temprano y no había presas”, relató Rivera. Según explicó, vio un objeto que venía a gran velocidad directo hacia su vehículo. El impacto fue inmediato.
“Fueron microsegundos. No tuve tiempo de reaccionar. Pensé que quizás algún carro perdió una pieza, o incluso que podía ser un intento de quiebravidrios. Lo único que pensé fue: no se puede parar”, recordó esta conductora.

Marcela continuó la marcha por cerca de dos kilómetros hasta llegar a una gasolinera en Desamparados, donde finalmente pudo detenerse y revisar los daños: el parabrisas estaba destruido, el espejo lateral colgaba, y el costado del vehículo tenía abolladuras visibles.
La magnitud del golpe confirmaba lo que más tarde descubriría al revisar el video de su cámara de seguridad: un hombre, desde una estructura elevada, lanzó deliberadamente un enorme objeto, que posteriormente identificó como parte de una lavadora.
“No fue hasta que llegué a la casa, por la tarde, que pude revisar el video y vi claramente que era un tipo que me lanzó eso desde arriba. En ese momento fue que entendí que no fue un accidente”, contó.

En las imágenes —que ya circulan en redes sociales— se observa cómo el objeto cae directamente sobre el carro. Afortunadamente, no impactó el parabrisas de frente ni a tres motociclista que viajaban delante de ella, lo que pudo haber tenido consecuencias trágicas.
Aumento de riesgos en la vía
El suceso reaviva preocupaciones sobre la seguridad en rutas de alto tránsito como la Circunvalación, donde ya se han reportado incidentes previos con objetos arrojados desde pasos elevados. Aunque en esta ocasión no hubo heridos, Rivera insistió en que pudo haber sido una tragedia.
En ocasiones, esa es la estrategia de los delincuentes para obligar a un conductor a detenerse y poder asaltarlo o robarle el vehículo.
“Por dicha también no pegó al motociclista que iba adelante porque si lo hubiera pegado, se hubiera caído y yo lo hubiera atropellado”, concluyó.
Hasta este jueves en la tarde, la afectada no había presentado una denuncia formal, ya que en el momento del impacto no sabía con certeza qué había ocurrido. La grabación se volvió viral en redes sociales y ha generado múltiples reacciones de indignación entre usuarios.
Afortunadamente señala que su vehículo cuenta con seguro y que en estos días irá al Organismo de Investigación Judicial (OIJ) para denunciar el acto ante las autoridades.
¿Intento de asalto o un hecho aislado?
Aunque el caso podría parecer parte de una modalidad delictiva, la criminóloga Tania Molina, consultada por La Nación, considera que el lanzamiento de una pieza tan voluminosa como parte de una lavadora no corresponde al patrón usual de ataques vinculados a intentos de asalto en carretera.
“Lo más común, especialmente en países como Colombia, es que se lancen huevos al parabrisas. Eso provoca que la víctima active el limpiaparabrisas y se genere una capa blanca y gomosa que le impide ver. La persona, al perder visibilidad, se ve forzada a detenerse y es ahí donde ocurre el asalto”, explicó Molina.
En el caso ocurrido en Circunvalación, asegura que la magnitud del objeto utilizado cambia por completo el análisis.
“Una lavadora es un objeto extremadamente grande y pesado. Bendito Dios que la muchacha no se mató. No creo que haya sido un intento de asalto, porque no encaja con los mecanismos conocidos”, añadió la especialista.
Molina detalló que se han documentado otros métodos delictivos más estructurados, como el uso de “miguelitos” o clavos que revientan las llantas de los vehículos.
“Se colocan objetos para estallar las llantas o se lanzan piedras, con la intención de que el conductor se vea obligado a detenerse y en ese momento ocurre el atraco. Por eso, la recomendación es que la persona no se detenga de inmediato, sino que busque un lugar seguro, como una gasolinera o centro comercial, y ahí evalúe los daños”, explicó.
Sobre este caso en particular, Molina considera que el responsable podría ser una persona en situación de calle, bajo efectos de sustancias psicoactivas.
“Por el tamaño del objeto y la falta de un seguimiento posterior, esto parece más un acto impulsivo o sin un fin delictivo claro. Pero sí se trata de un hecho sumamente peligroso y que debe investigarse a fondo”.