Tramos peligrosos: Riesgo de sufrir un accidente grave es mayor en seis carreteras

Viernes 16 de setiembre, 11 a. m. en la carretera 218, que atraviesa Goicoechea, hacia Coronado. Un ciclista, apenas con un casco, intenta salir de la Municipalidad de Goicoechea, cruzar los dos carriles que bajan hacia San José y enrumbarse al noreste. La maniobra es peligrosa, pues no hay un semáforo que le permita cruzar, así que se arriesga entre los vehículos que circulan a alta velocidad y la poca visibilidad que tiene frente a camiones y autobuses.

Este ejercicio, que ejecutan muchos usuarios, a todas horas, convierten a este tramo de en uno de los más peligrosos en el país.

Junto a esta ruta, otras cinco carreteras en el país concentraron los puntos con mayor cantidad de atropellos, colisiones o vuelcos con heridos graves o fallecidos en el periodo 2017-2021. Según un reciente análisis, realizado por el Consejo de Seguridad Vial (Cosevi), se trata de kilómetros específicos a lo largo de la carretera, por lo general en recta, donde se registran al menos dos o más accidentes con fallecidos o lesionados cada año.

En los cinco años de estudio, esas vías acumularon 364 accidentes que reunían estas condiciones. La carretera con mayor cantidad de siniestros es la ruta 17 que conecta Barranca con Puntarenas, considerada por las propias autoridades como la vía más mortal del país. Allí, los primeros seis kilómetros, entre Barranca y la entrada a Chacarita son los más peligrosos.

Le siguen la ruta 32 Braulio Carillo, la radial 218 que va de Guadalupe a Vázquez de Coronado, la Interamericana Norte, Interamericana Sur y la última es la ruta 3 también conocida como radial Heredia.

En estos tramos se conjugan problemas de diseño de vías, falta de islas, puentes peatonales, paradas de autobús, ciclovías y aceras, pero también concurren imprudencias de los usuarios: ciclistas sin equipo retroreflectivo, conductores ebrios o a exceso de velocidad, motociclistas imprudentes o sin casco, peatones que no respetan la señalización, por citar algunos ejemplos.

Según el análisis, del 2017 al 2019 se aglomeraron la mayor cifra de incidentes en esas calles, los años siguientes el dato fue mucho menor por la baja circulación durante la pandemia. Roy Rojas, director de proyectos del Cosevi, agregó que un dato particular es que la mayoría de las víctimas en estos tramos son hombres entre los 20 y 29 años, que viajan en bicicleta, moto y a pie entre las 6 p. m y 6 a. m., usualmente los fines de semana.

Al revisar en específico la ruta 17, que inicia en Barranca y finaliza en Puntarenas, los principales puntos con colisiones son los kilómetros cuatro y cinco con 29 y 28 colisiones respectivamente, el primero corresponde al Polideportivo El Roble donde se da la intersección de la ruta 17 con la 23, que conecta a Barranca y Caldera.

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El segundo punto es en la fábrica Alimentos Prosalud en El Roble. Los otros sitios donde se concentran percances son los kilómetros 1, 2, 3 y 6 entre el Consejo Nacional de Producción (CNP), la empresa Inolasa, el Colegio Técnico Profesional de Puntarenas y la entrada al barrio San Isidro, en El Roble.

De acuerdo con Rojas, la ruta necesita una intervención integral que, si se logra llevar a cabo, bajaría la tasa de mortalidad por cada 100.000 habitantes. Una de las soluciones que el director de proyectos propone es darle prioridad a los habitantes de Barranca, El Roble y Chacarita que es donde está la prevalencia de accidentes con víctimas.

“Primero que nada hay que pacificar la infraestructura, hay que privilegiar la mayor cantidad de usuarios que hay ahí, que son ciclistas y peatones; por tanto se debe incorporar equipamiento urbano que disminuya la velocidad cuando los vehículos transiten por ese tramo como texturas y rugosidad en los cruces peatonales, así como iluminación en la vía”, indicó.

Además, el control policial permanente es una de las mayores claves para resolver este problema, según Rojas, ese control debe basarse en factores de riesgo como el consumo de alcohol al volante, visibilidad y uso de cinturón que previene en gran medida los choques, en su criterio los análisis demuestran que solo la vigilancia activa contribuye a disminuir hasta en un 8% las lesiones y muertes en vías públicas.

“Tenemos muy pocos policías de Tránsito, al aumentar los proyectos nuevos de infraestructura aumenta la demanda de servicios de control policial, pero en Costa Rica vienen disminuyendo lamentablemente la cantidad de policías en carretera, no tenemos más de 800″, dijo.

Sobre este tema se le consultó al director de la Policía de Tránsito, Alexánder Solano e indicó que no podría atender la llamada en ese momento, en su lugar respondió el oficial de Tránsito Steven Ramírez, quien aseguró desconocer el estudio de Cosevi sobre las rutas con mayor prevalencia de accidentes.

Asimismo, dijo que Tránsito realiza operativos en las calles pero no exactamente en todos los tramos de las seis rutas mencionadas en el estudio. “Realizamos lo rutinario que se mantiene en carretera como controles de velocidad y alcohol, pero algo específico para prevención en esas rutas, desconozco. Lo que hacemos es en la ruta 32, al inicio de la ruta 27, en el peaje de Tres Ríos y algunos otros puntos”.

Por su parte, Jimmy Salazar, subjefe del departamento de operaciones policiales de Tránsito, coincidió con Ramírez en que no estaba al tanto de un informe específico de Cosevi sobre mortalidad en carretera. “En realidad las estadísticas es a Cosevi a quien le corresponde llevarlas, nosotros llevamos el recuento en sitios para darle interés a esas rutas frecuentes”, mencionó.

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Salazar agregó que actualmente la Policía de Tránsito alcanza aproximadamente 649 oficiales en todo el país, el oficial reconoce que el número es bajo y relaciona la baja con que muchos de sus compañeros se pensionan, buscan otros trabajos con mejor remuneración o incluso fallecen.

“Estamos viendo si se puede abrir plazas. En 2019 se abrió un concurso y hubo una recepción de ofertas muy amplia, en ese momento se creía contratar 200 oficiales pero por la pandemia se suspendió. Este año se retomó y estamos en un proceso para ver los posibles oferentes y la cantidad de plazas que tenemos”, dijo.

Rutas de alta peligrosidad

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La segunda vía que más acumula percances es la ruta 32 Braulio Carrillo, con 81 siniestros entre 2017 a 2021, específicamente en el kilómetro 83 donde se ubica la Gasolinera Uno en Guácimo Limón con 20 accidentes; le siguen los kilómetros 92 y 154 en la entrada al poblado El Cairo y el Cementerio General de Limón, con 15 y 14 eventos respectivamente.

Entretanto, en la capital la ruta 218 que atraviesa el cantón de Goicoechea es considerada por los expertos de Cosevi como otra de las más peligrosas del país, en cinco años reunió 57 colisiones con heridos graves o fallecidos, uno de los aspectos que se refleja en esa ruta es la concentración de urbes.

“La gente de las zonas más alejadas donde vienen a hacer su vida cotidiana y donde se mueven es en las entradas de esas urbes o en la transición de una a otra y es donde la gente se muere, eso se refleja en la ruta 218″, explicó Rojas.

“Es una concentración de población en un proceso de urbanización desordenado, esta calle pasa por el centro de Guadalupe entonces encontramos tramos de travesía e interacción de usuarios vulnerables como ciclistas, motociclistas, vehículos y la interacción de los usuarios vulnerables junto con los carros es muy intensiva, entonces la exposición al riesgo en ese tramo es altísima”.

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El director de proyectos afirma que precisamente esa ruta está diseñada para circular a 40 kilómetros por hora; sin embargo, las personas no lo hacen. La solución para Rojas no es un puente peatonal, como muchos creen, pues por el elevado tránsito de personas se tendría que colocar uno cada 10 metros.

“Los puentes tienen que venir canalizados de aceras y paradas de buses sino, no sirven, la solución ahí es incorporar dispositivos de pacificación de tránsito como las texturas en el pavimento o el diseño de la vía, ahí con señales la gente no va a hacer caso”, precisó.

Interamericanas: puntos de riesgo

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Las carreteras Interamericana Norte y Sur no se escapan de la lista de vías de alta siniestralidad, de ambas la Norte es la que agrupa más cantidad de fatalidades, con 54 en el periodo de cinco años de estudio, mientras que la Sur registra 39 colisiones.

Los kilómetros más mortales en la Interamericana Norte que inicia desde San José y llega hasta la frontera con Nicaragua, van desde el kilómetro 4 en la Uruca en San José, pasando por el cantón central de Alajuela en los kilómetros 18 y 20 y finalizando en el 139 en Abangares, Guanacaste.

Del otro lado, la ruta 2 o Interamericana Sur que conecta Costa Rica con Panamá, tiene tres kilómetros en donde se reportaron percances con heridos graves o fallecidos de 2017 a 2021, esos puntos se centran desde Cartago en el kilómetro 21 en Laboratorios Stein, hasta los kilómetros 136 y 137 en el distrito Daniel Flores en Pérez Zeledón. Para esas rutas, los años 2019 y 2017 fueron los años más mortíferos.

El subjefe de operaciones de la Policía de Tránsito, Jimmy Salazar, asocia la cantidad de muertes en esas vías con el elevado tránsito en cada una de ellas, en los últimos nueve meses la Interamericana Norte suma 31 fatalidades y la Interamericana Sur 30.

En el último lugar de la lista se ubica la ruta 3 que aunque comunica varias provincias del país como Alajuela, San José y Heredia, esta última ciudad es la que reúne los kilómetros 2 y 3 donde más accidentes ocurren.

En el kilómetro 2 se encuentra el cruce de la antigua agencia Autos Xiri Peugeot y en el kilómetro 3 las viejas oficinas de Mabe en Los Lagos de Heredia. Para esa vía el 2017 fue el año más mortal con 7 fatalidades.

Si se consideran todos los accidentes mortales en estos puntos y el total acumulado en el resto del país, al 14 de setiembre se contabilizan 333 fallecidos en carretera. La motocicleta sigue como el vehículo más mortal, 49% de los accidentes suceden en este automotor, de acuerdo con datos de la Policía de Tránsito.

“A como vamos este año tendremos una alta mortalidad en carretera, en la mayoría de los casos ocurren por posibles irrespetos a la demarcación, por adelantamiento, exceso de velocidad y alcohol”, explicó Salazar.