Con la muerte de dos personas más por el choque entre un automóvil y una ambulancia registrado el miércoles en Caldera de Esparza, Puntarenas, llegan a cuatro las víctimas. Este se constituye así en el accidente de tránsito que más vidas ha cobrado en lo que va del año.
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De acuerdo con información del Hospital Monseñor Sanabria, la noche del sábado falleció un menor de 17 años, mientras que este lunes, a eso de las 5 a. m., se produjo el deceso de César Herrera Araya, de 29 años y quien conducía el vehículo marca Kia, que colisionó con la ambulancia al invadir el carril.
Según la Policía de Tránsito, este hombre no tenía licencia. Él viajaba con tres menores, hermanos entre sí.
Entre ellos, estaba una menor, de 12 años, cuya muerte se produjo horas después en el Hospital Nacional de Niños, al que fue trasladada en un helicóptero del Ministerio de Seguridad Pública.
Los menores eran vecinos de Barranca y según había dicho su madre a los médicos del centro médico puntarenense, ellos habían salido con Herrera a comprar comida desde la noche del martes y luego no supo más.
De ellos solo sobrevivió el adolescente de 15 años.
El Patronato Nacional de la Infancia (PANI) abrió un expediente para investigar la situación, pues dentro del vehículo se hallaron botellas de licor.
La otra víctima mortal de esta colisión fue Práxides Marín González, de 81 años, vecino de Montes de Oro, quien viajaba en la ambulancia para recibir atención en el Hospital México. Él murió poco después del choque.
Aparte de los fallecidos, se atendieron cinco personas más. De ellos solo sigue hospitalizado el conductor del vehículo de emergencias, de apellidos Espinoza Agüero, quien el domingo fue trasladado al Hospital del Trauma del Instituto Nacional de Seguros.
La investigación está a cargo del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) que recuperaba videos y otras pruebas para determinar cómo ocurrió el choque, pues podría haber participado otro vehículo que pudo haber incidido en que chofer del Kia perdiera el control.