Siquirres, Limón. Un pleito por la ocupación de una finca dejó como resultado la detención de 20 guardas de seguridad privada y ocho precaristas.
La disputa ocurrió el miércoles alrededor de las 5:30 p. m., en una finca de la empresa Matas de Costa Rica, ubicada en Milano de Siquirres, Limón,
De acuerdo con el reporte de las autoridades, el enfrentamiento se dio cuando unos 100 precaristas, quienes días antes habían sido desalojados de la propiedad, llegaron para manifestarse.
En la finca se encontraron con los guardas de una empresa de seguridad privada, quienes, según la Fuerza Pública, dispararon contra los protestantes.
La Policía informó de que seis precaristas fueron heridos de bala y trasladados de emergencia a un centro médico.
Tras esas agresiones, los vigilantes fueron apresados. Ayer, la mayoría de ellos fueron liberados, pero dos continuaban encarcelados pues fueron señalados por los testigos como los principales responsables de los balazos.
La Policía también detuvo a ocho de los precaristas pues estos tenían prohibición judicial para acercarse a la propiedad, según informaron las autoridades.
El arresto de los invasores se dio ayer a eso de las 10 a. m.
“Las autoridades judiciales les habían dictado medidas cautelares, por lo que no podían acercarse al lugar, pero incumplieron la orden”, explicó Sergio Cubillo, de la Fuerza Pública de Siquirres.
El Organismo de Investigación Judicial (OIJ) indicó que enviará un informe al Ministerio Público sobre todos los detenidos. Como pruebas, el OIJ decomisó siete armas de fuego a los vigilantes.
Reclamo. Las personas que invadieron la finca argumentaron que ellos trabajaban ahí y que fueron despedidos sin que se les pagaran sus derechos laborales como las prestaciones. Aseguraron que por esa razón decidieron tomar la propiedad para protestar.
Precisamente, entre los que fueron detenidos ayer estaba Luis Gómez, quien es representante de la agrupación.
Él insistió en que los derechos de los trabajadores fueron violados y que pelearán por lo que les corresponde. “Tiene que hacerse justicia”, reiteró.
Se intentó contactar a la empresa dueña de la finca, pero al llamar al teléfono de su representante, contestaron y luego colgaron.