La marca italiana Prada inauguró ayer miércoles el baile de los grandes desfiles de la Semana de la Moda en Milán con una colección a contracorriente de la “fast fashion”, esta tendencia caracterizada por una rápida renovación de la ropa propuesta a la venta.
El edificio de Rem Khoolas, cuartel general de la casa en Milán, sirvió de decorado, mientras que en las primeras filas los invitados reflejaban el espíritu de la marca.
Estaban las estrellas ineludibles de las redes sociales -la ‘influencer’ italiana Chiara Ferragni y sus 17,3 millones de seguidores o la bloguera Tamum Mc Pherson-, pero también artistas como el plástico Francesco Vezzoli o el realizador Wes Anderson, comisario de una exposición que se hoy el jueves en la Fundación Prada.
“No he querido hacer moda, he querido crear un estilo, una colección de básicos que seguirán siendo indispensables por mucho tiempo, que rompen el ritmo frenético de la moda”, declaró Miuccia Prada, directora artística de la marca, a la agencia de noticias AFP.
Un espíritu de ruptura que la marca ya ha comenzado anunciando desde hace unos meses la decisión de no hacer rebajas en sus colecciones. Una políticas comercial radical que busca devolver el valor y reivindicar la longevidad de las creaciones.
La producción intensiva de ropa practicada por algunas cadenas tiene obviamente consecuencias negativas en el medio ambiente, en tanto la industria textil figura entre las más contaminantes del planeta.
En las pasarelas de los looks simples: trajes y pantalones de corte clásico, pequeños abrigos de cuello blanco y un espíritu 'setentero' de filigrana que da un aroma retro a la colección.
Un poco antes, el joven diseñador italiano Tiziano Guardini, conocido por su estilo ecorresponsable, llevaba una camiseta "Earth needs Heart" (la Tierra necesita corazón) al saludar a su público al final del desfile de su nueva colección primavera-verano (boreal) 2020.
Inspirado por el mito la Atlántida y el vínculo ancestral entre la humanidad y la naturaleza, su colección destaca por los tejidos y materiales ecológicos.
Las sirenas, tritones, estatuas antiguas, corales, caballitos de mar, medusas y plantas marinas que pueblan los estampados del desfile fueron producidos a través de serigrafía tradicional en seda por el maestro del género, Mantero, el único que destaca el uso de tintes certificados como no contaminantes.