Piense en una mujer capaz de recorrer tres países en menos de 24 horas, una empresaria que se baja de un avión para subirse a otro, una chica cosmopolita, con gusto exquisito y que aprecia la comodidad y practicidad ante todo. Esa mujer viste la marca Pepa Pombo.
Los 40 años de trayectoria de la diseñadora colombiana Pepa Pombo y su marca homónima llevaron a su hija, la también diseñadora Mónica Holguín, a crear una colección para celebrarla. París a Asia fue la colección que inauguró Colombiamoda 2017 con telas impresionantemente detalladas en su confección, lo que responde al trabajo que caracteriza la marca de Pombo: los tejidos y aplicaciones están hechos con tanta precisión que cada prenda puede usarse al derecho y al revés. Rojos, naranjas, celestes, verdes esmeralda y blancos resaltaron en vestidos largos, faldas y trajes completos. Un juego de tejidos con aires orientales reflejó a una mujer cosmopolita y viajera.
"La colección se llama París a Asia. Está inspirada en una mujer que puede recorrer el mundo, viajando con determinada originalidad. Nosotros creamos algo que nadie tiene, que es original y diferente, que es lo más difícil de hacer".
"Son prendas absolutamente bordadas, sedas que hacemos nosotros mismos, con materiales que fabricamos nosotros, con bases que se hacen desde el primer hilo y hasta los últimos detalles por nosotros. Es una colección que es reversible, es multifacética", contó Pepa Pombo en exclusiva para Perfil.
Pombo reveló que el viaje es el tema central de las piezas vistas en pasarela: "Cuando viajas, quieres llevar lo menos posible. Una prenda multifacética que puede comenzar por ser una falda, acaba siendo un vestido largo o una vestido corto, o una capa o un abrigo. Se puede convertir en cuatro o cinco diferentes prendas. Y si la volteas cambia de color, entonces es ideal. Eso es un Pepa Pombo".
Orígenes
Pepa se acuerda perfecto de la primera prenda que confeccionó. Una falda y una chaqueta completamente verde y unas botas que ella misma tiñó de verde. Este conjunto lo llevó a una reunión en Bogotá, donde todos vestían de gris y negro. Asegura que con su traje parecía Peter Pan, pero a todos les encantó la confección y buen gusto. En ese momento, cuando varias personas le consultaron dónde lo había comprado, Pepa supo que quería ser diseñadora de modas toda su vida. Y lo logró.
Pombo estudió diseño textil, pero además pintaba y era dueña de una galería de arte. También, se declara una fiel amante de la historia del arte: "Yo creo que uno necesita la historia para poder ir al origen de donde vas a venir. Por eso me dedico tanto a trabajar desde el componente básico para un tejido".
Su marca se caracteriza por hacer todas las telas desde cero. Se ha mantenido vigente por más de 40 años en la industria de la moda. Incluso, es una de las pocas colombianas que han conseguido vender en la afamada tienda Bergdorf Goodman, en la quinta avenida de Nueva York. Pombo asegura que fue un sueño hecho realidad porque en esta tienda de lujo por departamentos son sumamente rigurosos en la elección de las marcas que pueden tener presencia en su espacio.
"Yo quiero que las mujeres que visten Pepa Pombo sean ellas mismas, que sean originales, diferentes y sentirse fuerte y destacar. Que cuando entren a una habitación, todos volteen porque la presencia se siente", cerró la colombiana.