YURI LORENA JIMÉNEZ
Alba nació en Madrid hace 33 años como Álvaro Palacios. Según las reseñas biográficas de medios españoles, fue cuando ingresó a primaria en el momento en que Álvaro se percató de que se identificaba mucho más con el sentir y el vestir de las niñas del aula, que con la de sus compañeros.
Obviamente, no entendía lo que le estaba pasando y terminó por refugiarse en el fútbol desde que tenía 10 años en diferentes equipos infantiles y juveniles de Madrid, hasta que llegó a la tercera división como volante derecho, mismo puesto que conserva hoy, ya como Alba.
Los años fueron pasando y, al frisar los 30, Álvaro tomó la decisión de asumir su condición de transgénero, pero dio un paso más allá y prácticamente al mismo tiempo reveló que también quería seguir practicando fútbol profesional pero ya no en la liga masculina, sino en la femenina.
No faltaron las advertencias de allegados que le aconsejaron desistir de lo segundo, pues el convertirse de jugador a jugadora pondrían a Alba en el ojo público y su ya frágil situación psicológica tras tantos años oculta en el cuerpo de Álvaro, podrían resquebrajarla.
Pero, asida a su fortaleza interior, Alba decidió tomar la apuesta y esta semana revirtió los pronósticos cuando su caso le dio la vuelta al mundo tras debutar oficialmente con su club, Las Rozas F.C., que viajó de visita al estadio del Sur Getafe en el primer partido de la temporada.
Así, se convertiría oficialmente en la primera futbolista transgénero de España.
Había soñado tantas veces en los últimos años ingresar a la cancha de fútbol en condición de mujer, que no se había atrevido a anticipar que aquel sería, para ella, un juego perfecto.
De acuerdo con los videos de las diversas cadenas españolas, Alba parece una más de sus compañeras, en mucho gracias al tratamiento hormonal y psicológico que recibe desde hace un año y medio con el fin de finiquitar la transición.
En el equipo posiblemente pronto será una más, pero esta semana fue la gran novedad por el debut y por haber logrado el primer tanto.
Corría el minuto 20 cuando vio un balón suelto en el área chica, entonces Alba se desprendió de su habitual carril derecho y remató. Golazo. El primero de una goleada de 4 a 1.
No bien terminó el juego, los medios fueron a su encuentro. Tan agitada como conmovida, Alba narró lo vivido a Antena 3, donde estuvo a punto de romper en llanto por la emoción.
“Esto va a ser inolvidable porque ha sido muchísimo tiempo queriendo jugar... queriendo jugar con cómo me siento yo, como una mujer, y desde pequeñita veía a las chicas jugar en el Pozuelo (equipo infantil), he estado muy nerviosa, no he podido dormir casi este fin de semana y el gol del inicio, no me lo esperaba... cuando me he metido (al área chica) no sabía ni adónde ir y bueno, estoy demasiado contenta, la verdad es que es un sueño”, declaró Alba a la mencionada cadena televisiva.
“Tenía que dedicárselo a tanta gente que no sabía qué hacer. Al final se lo dediqué a mi pareja”, explicó en otra entrevista con ABC.
Camino de piedras y valentía
De grácil personalidad y hablar sencillo, Alba ha contado su historia a todo el que ha querido oírla. “Llevaba seis meses de tratamiento cuando fui a ver un amistoso del Las Rozas FC. Me acerqué al entrenador (David Herrero) y le dije: ‘Soy una chica trans y me gustaría entrenar con tu equipo’. Fui tan directa que en el primer momento él no supo qué decir, pero esa misma noche me llamó y me dijo que contaba conmigo”, contó a TVE.
Hasta ese momento pocos conocían su historia. Fue su pareja la que le ayudó a dar el paso definitivo. “Me levantaba cada día con el deseo de ser una mujer”, señala la joven en entrevista con el diario El País. En abril del 2016 acudió a la unidad de identidad de género del hospital Ramón y Cajal y, meses más tarde, le diagnosticaron disforia, una discordancia entre su identidad y su sexo. Comenzó a recibir terapia hormonal en marzo del 2017. Su documento de identidad aún no reconoce el cambio: según la Ley de Identidad de Género, de 2007, las personas transexuales pueden modificar su documento de identidad cuando hayan transcurrido al menos dos años del proceso de hormonación.
Sin embargo, pudo incorporarce a la tercera división gracias a un permiso expedido por la Real Federación de Fútbol Madrileña.
Sobre las críticas que ha recibido en redes sociales por su supuesta ventaja física (por su anatomía masculina) con respecto a sus compañeras y rivales femeninas, Alba ha insistido en que los tratamientos a los que se someten poco a poco equipara sus capacidades físicas con las del resto de mujeres de su edad.
Por lo pronto, tras tantos años de silencio y sufrimiento, Alba siente que, finalmente, la vida le sonríe.