Todavía hace pocos días, Patrick Pemberton tenía dudas sobre su presencia en la lista mundialista. Lo recuerda hoy, más distendido y con un semblante alegre, después de cerrar un semestre de más grises que blancos, pero con el respiro de aparecer entre los 23 elegidos de Óscar Ramírez.
Una fractura en el dedo lo mantuvo tres meses fuera de las canchas. Cuando regresó, una nebulosa se centró sobre su desempeño, acosado por los atisbos de consolidación de Adonis Pineda y las indecisiones del anterior entrenador Nicolás dos Santos, quien lo sacó del once en la cuadrangular, como víctima del empate a tres frente a Saprissa.
“Este semestre fue muy complicado, pero lo importante fue cerrar bien. La verdad es que no voy a mentir, siempre hay una pequeña duda (de si estaría en la lista)”, confesó Pemberton.
Patrick conversaba con su esposa muy a menudo sobre la lista del Mundial. La lesión lo hizo perder ritmo y los cuestionamientos empezaron a surgir, ante sus irregulares actuaciones.
De pronto sucedió lo que tantas se ha repetido con los porteros que empiezan a tomar ritmo: una actuación brillante, un fallo por allá, una parada por aquí… y un cierre de más altos que bajos, impulsado por la confianza de su nuevo técnico Luis Diego Arnáez.
Lo hizo frente a Herediano en el Rosabal Cordero, cuando jugó su mejor partido de la temporada, con paradas magistrales en la victoria de 3 por 2 que revivió a los manudos en la cuadrangular
Falló de nuevo frente al Santos, cuando salió a casar mariposas, pero el error no pasó a más, ante la victoria conseguida y la posibilidad de seguir con vida.
En el último juego frente a los morados cumplió a cabalidad. La Liga quedó eliminada.
El anuncio de la lista fue de tensión para el cancerbero. Quizás, era el único que dudaba, pues en la mayoría de quinielas de los aficionados, y en la de Óscar Ramírez, estaba presente.
En frío, Patrick reconoce que, después de un análisis profundo, se dio cuenta de que sus miedos estaban poco fundamentados, a razón del trabajo acumulado y la confianza del seleccionador.
“Esa duda no debió estar en ningún momento, porque no dependía nada más de estos seis meses, sino que viene desde muchos años atrás, de la hexagonal y de los partidos que jugué. La verdad eso fue importante para mí”, apuntó Pemberton.
El arquero cree que se ganó su lugar en la Tricolor después de disputar todo el proceso. Actuó como titular la Copa Uncaf, la Copa América Centenario y la Copa Oro.
Ahora se motiva con la oportunidad de jugar, presente en su mente aunque admite que las posibilidades son escasas.
“Uno sabe muy bien el rol que le toca”, concluyó.