El equipo de Coopenae San Ramón alcanzó el sábado su cuarta corona de la Liga Superior de Baloncesto, al vencer 83-80 a Escazú en tiempos extra.
Los ramonenses vinieron de atrás para igualar el marcador en el cuarto período 71 a 71, luego de estar abajo en los cartones durante gran parte del compromiso, y lograr posteriormente la ventaja final en el tiempo añadido. Se dejaron así la victoria y el cetro en forma invicta, tras disputar 14 compromisos.
Es la segunda ocasión en que ganan el campeonato sin derrotas, después de lograrlo en la temporada 2017. San Ramón también logró los títulos del 2012 y 2014.
Bajo la dirección del técnico Daniel Simmons, los ‘moncheños’ ganaron la primera fase y derrotaron a los escazuceños en la serie final de la segunda fase al mejor de tres partidos. Precisamente, Escazú era al vigente campeón tras vencer en cinco juegos a los de Occidente en el certamen anterior.
En el primer duelo, hace una semana, San Ramón venció en casa 64-59, por lo que el duelo en el gimnasio del Liceo de Escazú era decisivo para los locales.
Los brujos se pusieron arriba en el primer cuarto 24-14 y se fueron al descanso con parciales de 41-27. Al reanudarse el partido, los anfitriones continuaron con la ventaja 61-54, hasta que los visitantes reaccionaron para cerrar el juego con un 71-71, lo que obligó a tiempos extra, donde alcanzaron el cetro.
El dominicano Amaurys Ripoll comentó que era muy importante volver a ser campeones y más aún frente a Escazú, que les había arrebatado la corona el año anterior.
“Nos pudimos sacar la espinita del año pasado. Para nosotros era muy importante dejarnos. Este campeonato se lo quiero dedicar a mi padre, que en paz descanse y sé que dónde esté lo va a gozar y disfrutar. También quiero agradecer a mi familia, mi madre, mi esposa y mi hijo así como a nuestra afición”, comentó Ripoll.
Por su parte, Jefnny Anderson aseguró que la final fue muy reñida, con marcadores muy estrechos y eso se dio por la paridad de fuerzas en ambos conjuntos.
“El quedar como campeones invictos por segunda ocasión es un gran mérito para nosotros. Este título es gracias al trabajo del equipo. El año anterior nos quedó un mal sabor de boca por cómo se perdió el campeonato. Es por eso que nos enfocamos en ganar y nos olvidamos de lo demás”, dijo Anderson.
Mientras tanto, Isaac Conejo indicó que fue un juego muy físico, pero al final sacaron la casta de campeones para ganar en tiempos extra.
“Teníamos esa espinita pendiente. El ser campeones sin haber pedido nos sabe de buena manera. Creo que fue una serie muy disputada de principio a fin y logramos el título, que era nuestro objetivo”, sentenció Conejo.