Los retos se pusieron de moda y el costarricense Ricardo Rouillon (Specialized) se siente muy complacido por alcanzar su meta y ser el primer ciclista en completar el recorrido de La Ruta de los Conquistadores en menos de 24 horas.
Su plan original era emprender este desafío junto al español Josep Betalú (Arpo BMC), pero luego les sugirieron que no era prudente que lo hicieran así porque no tienen patrocinios en común; así que el tico optó por tirarse al agua solo.
“Salí de Jacó, hice la etapa 1 tal cual fue la del año pasado, entré a Carara, a Piedras Negras y llegué a El Rodeo. Ahí hice la conexión hasta Terramall en bicicleta, yo seguí todo corrido y entonces conecté para hacer la etapa 2 que sube a Cabeza de Vaca, llega al sanatorio y San Juan de Chicuá para llegar a Turrialba. Ahí hice la conexión en bicicleta para la etapa 3, entonces hice el paso de costa a costa, todo corrido”, relató Rouillon a La Nación.
De momento, el pedalista de 33 años se reserva el tiempo que registró. Solo dice que fue una prueba superada, pero hace una confesión: “Quedé bien cansado, lo hice viernes 15, el sábado amanecí bien cansado y el domingo amanecí muerto, se lo juro que ni en la Vuelta a Costa Rica sufrí tanto, porque es mucho ascenso en poquita distancia”.
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Contó que todo surgió porque un día Betalú y él se toparon mientras se entrenaban, se pusieron a conversar y se les ocurrió hacer La Ruta toda seguida.
“Estuvimos entrenando durísimo para eso, cerca de seis semanas, pero cuando le digo duro es realmente duro, con fondos de 14 a 16 horas, juntos los dos. La idea se le planteó a Román Urbina y a él le pareció una locura y que era imposible”, relató.
Y agregó: “Luego Betalú me comentó que por el tema de compatibilidad de patrocinadores, le dijeron que lo hiciera solo. Yo llevaba entrenando ese tiempo durísimo para que me dijeran que no. Yo reaccioné tranquilo, me organicé con mis patrocinadores y lo hice en el momento que podía, porque yo trabajo. Estoy contento porque lo logré, aunque sí fue una lástima que no lo pude hacer con Betalú porque aprendí mucho de él, es un ciclista profesional”.
El español hará su desafío el próximo 30 de mayo y Rouillon le dice: “Espero que le vaya muy bien, porque es realmente duro”.
Su propósito estaba claro. El costarricense quería servir de ejemplo y demostrarle a los fiebres de la bicicleta que en estos tiempos de pandemia sí se puede pedalear, pero hay que hacerlo según los lineamientos dictados por el Ministerio de Salud.
La instrucción girada a los ciclistas es pedalear solos o máximo tres, sin aglomeraciones que pongan en riesgo la salud de las personas por la amenaza latente de contagios por covid-19.
“Como ciclista a mí me parece que hay que andar con responsabilidad, hay que andar solos, con la gente que siempre te rodeas, pero no en grupos para seguir los lineamientos país. Nosotros éramos tres personas nada más, yo no tenía ningún grupo de gente que me llevara nada, era yo en bicicleta nada más".
Rouillon tiene unos ocho años de andar en bicicleta, inclinado hacia el MTB en categoría máster y ha hecho La Ruta en siete ocasiones. El año pasado dio un giro y corrió en élite toda la clasificatoria para la Vuelta a Costa Rica.
“Gané una de las clásicas y fui considerado como la revelación de la Vuelta, fue mi primera vez en la competencia y quedé entre los ocho mejores ticos. En tres etapas estuve entre los diez primeros, en la cronoescalada estuve en la silla caliente muchísimo rato y fui sexto. Creo que para mí fue un buen comienzo en el ciclismo de ruta”.
Rouillon ya completó su aventura. Se aproxima el reto de Betalú y, después de eso, será interesante ver los tiempos arrojados por cada uno.