Los Bravos de Atlanta sacaron lo mejor que tenían en su repertorio de lanzadores y golpearon en el momento justo con su ofensiva, para imponerse 2 a 0 ante los Astros de Houston y poner la Serie Mundial a su favor 2 a 1.
A diferencia de lo que se vivió en los dos primeros juegos en Houston (6 a 2 y 7 a 2 los partidos), el primero compromiso en Atlanta fue un duelo de pitcheo, tenso y sumamente cerrado.
El enfrentamiento entre lanzadores debutantes en Serie Mundial tuvo a un Ian Anderson mucho más controlado y dominante, para darle algo de tranquilidad a los locales. Anderson tuvo cinco entradas completas de trabajo, no permitió un solo imparable, dio cuatro ponches, 39 de sus 67 envíos al plato fueron strike y solamente dio cuatro bases por bola.
Por el lado de los visitantes, el venezolano Luis García no desentonó en lo más mínimo, aunque estuvo un peldaño por debajo de su adversario. García salió en el cuarto episodio, tras 72 lanzamientos, seis ponches, tres imparables permitidos, una carrera en contra y cuatro boletos.
El entrenador Dusty Baker prefirió retirar a su abridor para evitar más daño, aunque el gran problema para sus dirigidos fue la producción en ofensiva.
Incluso, hasta la parte alta de la octava entrada conectaron su primer hit en todo el compromiso, pero dejaron a un hombre en tercera y les fue imposible capitalizar un error del parador en corto.
En un duelo de esta categoría, quien perdona suele perder y en la parte baja de la octava Travis d’Arnaud conectó un cuadrangular solitario con dos outs, para el 2 a 0 que permitió manejar mejor el cierre.
La serie ahora se mudará a Atlanta, donde se realizarán los próximos tres compromisos (viernes, sábado y domingo). El cuarto juego de la serie está pactado para este sábado, a las 6:09 p. m. (hora tica), en el Truist Park, en Atlanta y el quinto se realizará el domingo a las 6:15 p. m.