EscucharLa felicidad de Amalia Ortuño vuelve a ser grande, porque el domingo subió otra vez a lo más alto del crossfit adaptado a nivel mundial, pero por encima del resultado, la nacional mantiene intacto el mensaje que siempre quiere enviar.
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Amalia Ortuño (centro) festejó con la bandera de Costa Rica. El segundo quedó en manos de Tiffany Frey y el tercero se lo dejó Tatum Barber, ambas de Estados Unidos. Fotografía de Jared Blais (Jared Blais/Jared Blais)
En diferentes entrevistas y en una nota publicada en este diario por la atleta el año pasado, resaltó que su principal objetivo es romper barreras y mitos sobre los imposibles. Ella ya lo hizo en varias ocasiones.
Por ejemplo, este fin de semana, durante el Wodapalooza, una de las competencias más importantes del crossfit. De hecho, la única que está por encima es el mundial de crossfit adaptado (Wheelwod Games), del cual Ortuño fue monarca en julio del año anterior.
El WoodPaloza se desarrolló en Miami durante cuatro días de competencia en los participaron 2.000 atletas y un aproximado de 25.000 espectadores.
En la clasificación general, la tica superó a contrincantes de Estados Unidos y Canadá, principalmente. De hecho, Amalia le ganó el primer lugar a las estadounidenses Tiffany Frey y Tatum Barber, y fue apenas la segunda latinoamericana del torneo.
"Yo lo que digo es que aparte de ser un gane, que obtuve un premio de primer lugar, esto va más allá, es poder demostrarle a la gente que se puede, no hay limitantes, no hay barreras. La forma en que competimos es poco convencional, con silla de ruedas, levantando pesos muy altos, haciendo cosas complicadas. Deja sensación de que sí se puede, ese para mí es más que nada el significado detrás de esto", expresó la atleta de 34 años.
En sus declaraciones, este tipo de reflexión siempre va a pesar, porque muchas veces se cuestionó si podía tener logros de este tipo y el tiempo y el esfuerzo le dijeron que sí.
El crossfit adaptado tiene tres formas de practicarse, una de ellas es sentado, en la cual compite Amalia en una silla de ruedas. Ella padece un desgaste degenerativo de sus caderas y cartílago.
Pero su condición más bien la impulsó y el fin de semana agregó otra estrella a su carrera.
“Es una sensación superchiva haber logrado el primer lugar. Puede ser uno de mis triunfos más grandes, sin embargo el más grande fue el mundial de crossfit adaptado, donde me convertí en campeona”, recuerda la exigente competidora.
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