Una investigación del periódico La Nación destapó el pasado 31 de mayo depósitos y retiro de dinero a nombre de un empleado de Fuerza Herediana en los estados de cuenta de Guanacasteca.
Es el protagonista en movimientos que superan los ¢25 millones en los últimos meses, mientras Guanacasteca y Herediano competían en el mismo torneo.
Este mensajero registra más movimientos en la cuenta bancaria que el propio gerente general del club pampero.
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Muchos sectores piden transparencia y, vehementemente, solicitan una investigación a profundidad y que ojalá esto derive en sanciones ejemplares, en caso de ser necesario. Por su parte, otros políticos del fútbol, como el presidente Rodolfo Villalobos, levantan la voz y esbozan: “no hay pruebas y el Comité de Licencias no es el FBI”. En este momento, no comprendo el sentido de ambas frases emitidas desde Catar. No sé si es una justificación anticipada o si espera que las autoridades del país tomen el papel que tuvo el FBI en el sonado FIFA Gate, donde se descubrió la mayor historia de corrupción en el fútbol que ya todos conocemos.
Ojalá, eso no signifique reconocer que Licencias podría tener un corto margen para llegar a conclusiones y determinar si existe o no una intromisión de un equipo en otro que participa en la misma competición. Lo cual, según el propio Rodolfo Villalobos y los estatutos, transgrede la reglamentación del fútbol nacional.
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¿No hay pruebas? El paso a paso de las publicaciones sobre el caso de los heredianos y Guanacasteca nos ha dejado una serie de preguntas por parte de algunas figuras de la política del fútbol. El presidente de la Federación Costarricense de Fútbol pidió, en dos ocasiones, pruebas para comprobar los hechos. La primera vez, cuando aún no se había publicado el primer reportaje de La Nación sobre el tema, redujo algunos temas a rumores; en la segunda ocasión, con las publicaciones ya hechas, su tono pareció bajar de fuerza con respecto a aquel que pedía pruebas para actuar (posiblemente creyendo que no habría nada). A lo mejor me equivoco, pero no lo siento muy interesado en resolver el tema, amparado en hacerse a un lado y dejar que los comités trabajen. En cambio sí dice: “no hay pruebas y el Comité de Licencias no es el FBI” (ahí sí parece adelantar juicio).
Este viernes hicimos pública parte de la documentación que tenemos, tal cual querían algunos actores de la política futbolera, pero, sobre todo, como ameritan estos temas.
¿Somos los encargados de juzgar? No, no lo somos. Esa tarea es de quienes deben velar por el juego limpio en el fútbol, quienes tienen que velar por que ningún miembro que tiene una licencia para competir lo haga en contra de lo que dicen los estatutos.
Como periodistas, solo hemos expuesto un tema que tiene todo el fundamento posible para publicarse, así como sucedió con los reportes de los equipos a la CCSS, la habilitación de futbolistas sin el permiso de trabajo que otorga Migración y Extranjería y otros temas más que vienen en cola.