La tensión entre el técnico Martín Arriola y un grupo de aficionados de Cartaginés llegó a su punto más alto. El divorcio entre ambas partes quedó plasmado este domingo, con insultos de los seguidores, la parcialidad en el estadio pidiendo la destitución del timonel y el propio uruguayo respondiendo con gestos ofensivos.
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En medio del fuego cruzado, Adrián Jiménez, presidente del club, salió al paso en busca de una tregua. El objetivo del jerarca es lograr algo de calma, en un momento en el que el equipo de a poco se queda sin opciones de clasificar y está encaminado a su noveno torneo fuera de la fase final.
Jiménez no excusó a Arriola y recalcó que tratará el tema a lo interno, luego de los actos bochornosos frente la UCR (empate 2 a 2), que incluso terminaron con la expulsión del charrúa, por sus señas pasadas de tono al sector que lo increpó.
“Vamos a apretar donde es necesario y obviamente el respeto es importante de ambas partes. No es toda la afición, pero es una gran parte y todos merecemos que nos respeten. Está bien que exijan, que pidan y todo, pero sin ofender y esto va en ambas vías. Ocupamos terminar el torneo en la mejor posición, ojalá podamos clasificar y la evaluación vendrá después”, señaló.
El dirigente no detalló si se tomarán medidas contra el estratega, pero dejó en claro que no le gustó nada de lo sucedido en los dos lados. Ante esto, hablará con Martín para que no vuelva a darse y de igual forma, espera que la hinchada baje el tono y “exija con respeto”.
De igual forma, ratificó una vez más al entrenador, pese a que los blanquiazules son sextos y están a siete puntos del cuarto lugar. El presidente explicó que no le gusta cambiar a mitad de camino y ya tendrán espacio para analizar el tema.
“Martín va a seguir, vamos más allá de medio camino y sería imprudente hacer algo en este momento. El proyecto era estabilizar al club económicamente y estamos en ese proceso. Lo deportivo se analizará en el ínterin del torneo. Vencen como 14 contratos, veremos quiénes quedan y empezaremos a hacer lo que ocupamos”, agregó.
Jiménez comparó lo que viven con la compra de una casa en mal estado, ya que Cartaginés estaba al borde de la quiebra cuando asumieron hace tres meses y para él lo primero es fortalecer los cimientos y de a poco mejorar hasta recuperar protagonismo.
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El jerarca señaló que a mitad de año se vendrán cambios importantes en todas las áreas del equipo y aunque quieren resultados inmediatos, necesitan de tiempo para que la estabilidad financiera se traduzca en buenas actuaciones en lo deportivo.
“Es difícil decirle a los aficionados que espere y que estos 78 años sin títulos deben quedar atrás. Sin embargo, este proyecto va a tardar tres, cuatro o cinco torneos y por eso le pedimos paciencia a nuestros seguidores. Ya porque mejoramos una parte (financiera), no vamos a pretender que la otra se de de inmediato, porque todo estaba muy inseguro y el equipo se conformó en el momento en el que los problemas estaban en su apogeo”, concluyó.
Los centenarios quemarán prácticamente que su último cartucho cuando visiten a Alajuelense el próximo sábado. Arriola no estará en el banquillo por su expulsión.