“El fútbol merece un trato diferenciado, pero responsable”, asegura Esteban Campos, coordinador de la Comisión Médica de la Unafut, la cual también cobija a la Liga de Ascenso, fútbol femenino y selecciones nacionales.
Con esas palabras, el también médico del Saprissa solicita al Ministerio de Salud mayor apertura para hacer algunas modificaciones a los protocolos y también facilitar juegos afuera de la Tricolor y clubes.
Este martes en la tarde la Fedefútbol informó la decisión de cancelar el fogueo del 30 de setiembre ante México, esto debido a falta de respuesta por parte de las autoridades para adecuar el protocolo cuando la delegación regresara al país.
Hace cinco días, el Ministerio de Salud rechazó la propuesta planteada por el balompié. La misma tenía dos puntos fundamentales.
El primero es la posibilidad de hacer pruebas masivas y aislar solamente a quienes dieran positivo por covid-19 y los negativos pudieran continuar con la competencia. Aunado a eso, se pretendía el permiso para que la Sele y otros equipos que lo requieran vayan a jugar al exterior y cuando vuelvan no deban realizar la cuarentena, siempre y cuando se hagan tests al momento de salir y regresar a Costa Rica.
Hubo negativa para ambas, y según Campos, se hizo sin un documento oficial, solo mediante llamadas y mensajes de WhatsApp.
¿Por qué se debe tratar diferente?
El doctor lo basa en dos razones. La capacidad para realizar las pruebas masivas gracias a un convenio de $300.000 con un laboratorio privado, así como la industria que representa el balompié en su totalidad.
Campos lo dice muy claro: ¿qué otro deporte puede garantizar un convenio con un patrocinio de esa magnitud? Eso hace, asegura, que será un trato responsable.
“La gente critica, pero lastimosamente aunque a muchas personas no les guste, hay una realidad detrás del fútbol que no tienen otros deportes, el fútbol es prácticamente el único deporte en Costa Rica que realmente tiene una estructura profesional, sus atletas están dedicados en forma completamente a vivir del fútbol, son trabajadores, como usted y yo, que devengamos salario y hay familias que viven de eso, además de personas que están alrededor de la industria”.
Según Campos, ese músculo administrativo, organizacional y económico marca la diferencia respecto a los demás. Hace hincapié en la cantidad de profesionales de salud que trabajan en los clubes de fútbol, sobre todo en la primera división masculina, donde hay médicos, fisioterapeutas y nutricionistas, entre otros.
Por ahora, la Unafut solo está a la espera de otra posibilidad para dialogar con el ministro de Salud, Daniel Salas, o bien con el viceministro, Pedro González. Sin embargo, desconocen cuándo podría darse esto.
La Nación envió varias consultas al respecto al Ministerio de Salud, pero al cierre de esta nota no se ha recibido respuesta.
Por la forma y también la negativa sin razones es que el balompié percibe molestia y mal manejo por parte del Ministerio de Salud.
“Los argumentos que dan es que la situación del país no lo permite. Nosotros estamos presentando netamente algo para un gremio del deporte profesional, creímos que era una solicitud muy específica y en una informalidad total nos dicen no, no se dan razones de peso, ni se abre chance para tener negociación, análisis... son deportistas que ameritan urgentemente ser atendidos. Sentimos en cierta forma que hay un menosprecio hacia la industria del fútbol, que como cualquier otra industria tiene necesidades”, expresó Campos.
Cuando se abrió la puerta para que el fútbol tuviera sus competencias, el Ministerio del Deporte recibió algunas críticas de por qué solo esta disciplina. Ahora, el mismo deporte es directo en su sentir: “el fútbol merece un trato diferenciado”.