Paolo Jiménez vive lo que cataloga como un sueño que pensó que se le esfumaba, a los 36 años: ser legionario y jugar la Copa Suramericana. Sin embargo, el referente de los brumosos no esconde que su gran objetivo es quedar campeón con los blanquiazules y retirarse con el club al que llegó cuando era un niño de nueve años.
Jiménez indicó que ya conversó con la dirigencia de los centenarios y las puertas quedaron abiertas para regresar al finalizar su contrato en Bolivia (2021). El volante reconoció que siente nostalgia por dejar la que considera su casa, la despedida de sus compañeros y amigos no fue sencilla y le resulta difícil no estar más en un club con el que debutó en 2003. No obstante, este miércoles sale hacia una nueva aventura y su gran esperanza es volver.
¿Cómo toma esta opción de ir al Nacional de Potosí?
Es una sorpresa total, el plan deportivo de mi vida era retirarme con el Cartaginés. Me preguntaban que cuánto más iba a jugar y respondía que eso dependía de Dios, porque solo Él tiene el plan de vida de uno. Lo que quería era cumplir deportivamente, pero ahora aparece esta oportunidad, era un sueño que siempre había tenido y que pensé que ya no se iba a dar por la situación de mi edad.
”Ahora se me abre esta oportunidad hasta para jugar una Copa Suramericana. A nivel profesional me llena de orgullo, porque cumplo uno de mis sueños”.
¿Se va libre? ¿Tiene la opción de volver a Cartaginés?
Lo primero que quiero que hacer es agradecerle a Cartaginés, porque me dieron las herramientas y el apoyo para cumplir este sueño. Ellos saben que mi anhelo es quedar campeón con el Cartaginés, pero también tenía la espinita de jugar afuera. Hablé con el presidente, él me dio las facilidades para ir allá y en un año cuando vuelva, porque firmé un año, la idea es retirarme con el equipo de mis amores. Voy libre, pero me dejaron las puertas abiertas para volver y retirarme de la mejor manera cuando vuelva.
¡Gracias por tanto Paolo Jiménez! 💙
— C.S. Cartaginés (@Cartagines) January 28, 2020
Esta es tu casa y te esperamos con las puertas abiertas. Cumple tu sueño y deja en alto el nombre de nuestro país 🇨🇷 pic.twitter.com/W2tIuJChKA
¿Cómo se gestó esta salida?
Todo se dio de una semana para acá. Se había caído con lo de Leonel Moreira, que se vino para la Liga y el Bolívar compró al portero del Nacional. La plaza de extranjero la iban a gastar en un portero, pero Jeaustin Campos fichó un portero boliviano, entonces se inició con la negociación, se dio todo y ahora puedo ser el refuerzo del equipo.
Tiene una carrera muy extensa, ¿por qué no se le había dado la opción de salir y ocurre hasta sus 36 años?
Nunca me he arrepentido de lo que no se me ha dado, porque uno como futbolista tiene muchos sueños. Soy un bendecido por tener esta carrera, por hacer esto que tanto me apasiona por tantos años. Sin embargo, no niego que esto es una felicidad muy grande, porque casa sueño que uno va cumpliendo en su vida lo llena de alegrías.
”Esto se me da en un momento de mi vida donde había perdido esa esperanza de salir, porque hay que ser realista. Que se me de a estas alturas de la carrera me deja de aprendizaje que el único que tiene la decisión de todo es Dios”.
¿Aún tiene la espinita de quedar campeón con Cartaginés y retirarse con este club?
Este será el anhelo más grande. Ir al exterior es uno de mis sueños y que dicha que se me da, pero el anhelo más grande es quedar campeón con Cartaginés y retirarse acá. Si se hace un recuento de las temporadas que tengo con el club, las vivencias con esta afición y estos colores hacen que levantar ese título y dejar de jugar acá sea mi gran objetivo. En el 2013 estuve muy cerca y viví la experiencia más linda de toda mi carrera, esos 22 días en los que dejamos fuera a la Liga, eliminamos a Saprissa y ganamos la ida de la final fue la experiencia más linda que he vivido en el fútbol.
“Quiero repetir todo, pero cerrarlo con el broche de oro, que sería el campeonato. Por más que ahora cumpla este sueño, el número uno es este que comento. Hablé con el presidente, me dejó las puertas abiertas del club para que vuelva, busque mi sueño y retirarme con el equipo que me vio nacer a los nueve años”.
Sin duda alguna que vivirá un sueño y también que a la afición brumosa le costará no verlo, pero ¿cómo se imagina que será Paolo Jiménez sin Cartaginés?
No se imaginan lo difícil que es para mí, aún no lo he asimilado. Es una situación que se dio sorpresivamente y aunque se me cumple un sueño, tengo una nostalgia muy grande. Cuando recogí mis cosas del camerino, alisté todo y me tomé las fotos con los utileros sentía un nudo en la garganta y algo muy difícil. Tengo la ilusión de volver y retirarme, pero en este momento también es difícil para mí, porque son muchos años en Cartaginés.
”Sin embargo, lo tomó de una manera familia, lo veo como un reto personal y tengo el aliciente de que tengo la oportunidad de volver en el momento que termine esta aventura en Bolivia y así retomar ese objetivo del campeonato”.
¿Le preocupa la situación política de Bolivia, tiene algún temor?
No deja de ser una duda, pero pregunté todo porque no voy a exponerme o exponer a mi familia. Me dicen que políticamente y socialmente el país está estable y que está volviendo todo a la normalidad. Voy a Potosí, que es una zona minera y las manifestaciones no tuvieron tanta intensidad como en La Paz. Voy muy tranquilo con la parte socio-política del país.
Viene de campañas muy buenas con Cartaginés y siendo titular, ¿siente que por su buen estado físico se le abre esta oportunidad a los 36 años?
Eso es muy vacilón, porque los mejores años de mi carrera en cuanto a números y rendimiento han sido los últimos, realmente he ido mejorando. Primero, se lo debo a Dios, las lesiones me han respetado; lo segundo: tengo una contextura física muy buena y me cuido bastante. Los compañeros pueden dar fe del cuido que yo tengo día a día y me ayudo mucho con la alimentación. Al final de cuentas usted ve que mi rendimiento físico no aparenta la edad que tengo.
¿Cómo fue la salida del estadio esta mañana?
Fue muy complicado por el ambiente. Ver a mis compañeros, despedirme de los utileros, tomarme fotos y guardar mis cosas fue duro. Cuando recogí el carro y salí me conmovió, es complicado. Entiendo que voy a volver, mi plan deportivo es ese. Ojalá se me cumpla, solo Dios sabe las cosas, pero mi consuelo en este momento es saber que voy a volver y me voy a retirar con este gran equipo, porque fue lo que hablamos al final. Es lo que yo más quiero.
"Si en algún momento se da la negativa de no volver lo hubiera pensado diferente, pero don Leo Vargas es un excelente presidente, en este momento que me dio la posibilidad de tener las puertas abiertas para retirarme en este club más adelante. Le agradezco mucho a él y a Cartaginés, al hijo de don Leo también le agradezco mucho".
¿Vas a seguir pendiente del equipo? ¿Qué le dice a la afición?
Voy a seguir en contacto, hasta le dije a mis compañeros que no me sacaran del chat. Voy a apoyar bastante y siempre quiero estar cerca del equipo. A los aficionados no tengo palabras de agradecimiento por lo que hemos vivido y por el apoyo incondicional que siempre me han dado.
¿Hubo algún compañero con el que le costó más despedirse?
La despedida ahora fue bonita porque con muchos o la mayoría he tenido muchos años de amistad y de profesionalismo en mi carrera. Al final me despedí de todos. Les deseo éxitos y que ojalá cumplamos los objetivos. Si se nos va a dar el campeonato, de donde sea me vengo porque añoro ver ese momento. Lo más complicado fue el profe Hernán Medford y Breansse Camacho, ambos me dieron mucho apoyo y quedamos en buenos términos. Con Jamesson Scott y Danny Fonseca porque hemos hecho mucha carrera. Estuve en Brujas también. Me desearon muchos éxitos.
¿Cuándo se va para Bolivia, su familia viajará con usted?
La idea es que me manden los tiquetes este martes para salir el miércoles en la tarde. El primer partido de la Copa Suramericana es el 4 de febrero, entonces necesitan que esté lo más antes para inscribirme y usarme para ese juego. De momento me voy a ir solo para establecerme, ver cómo está todo por allá y cómo es, pero en el momento que tenga el lugar para vivir me los llevaría.