“Estoy totalmente sorprendido por las declaraciones que dio José Luis Cordero, primero porque nada de lo que dijo es cierto. Son declaraciones que las hace, en mi opinión, con mala intención, tratando de desvirtuar o descalificar quizás a Liga Deportiva Alajuelense, pero en este caso se refiere al departamento médico y a mi persona como la figura más visible”, fueron las primeras palabras del doctor Alfredo Gómez al conceder una entrevista a La Nación, en su consultorio médico, en el Estadio Alejandro Morera Soto.
Cuando San Carlos se coronó campeón, Cordero lanzó fuertes dardos contra la Liga y entre lo que dijo, puso en entredicho al departamento médico de los manudos, al afirmar: “Me dolió mucho saber que la recuperación no fue como tenía que ser”.
Además, expresó que cuando llegó a los Toros del Norte, “se me hacen exámenes de todo y los especialistas con los que nos reunimos creo que no estaban de acuerdo con el tipo de tratamiento o el tiempo de recuperación que tuve en la Liga”.
Tras esas palabras, el doctor de Alajuelense indicó: “Yo quiero explicar que a José Luis Cordero, como a todos los jugadores de Liga Deportiva Alajuelense en el tiempo que llevo trabajando en la institución, se les ha tratado en la parte médica con toda exquisitez, se les ha manejado con detalles, con eficiencia, con precisión, además de que con cariño y con amor”.
Recordó que el año pasado a Chama se le habían hecho resonancias magnéticas previas porque venía con unas molestias en la rodilla. Por eso, tomó la decisión de hacerle una artroscopia exploratoria y a la vez correctiva terapéutica, de acuerdo a lo que se encontrara.
“La rodilla tenía un desgaste crónico, se le hizo la limpieza articular y se le hicieron las reparaciones necesarias para que él pudiera, a pesar de la gravedad de la lesión y de lo limitante que es para un futbolista, continuar con su vida deportiva lo más cercano a la normalidad”.
Una vez que se le operó y se le dio el diagnóstico, el jugador estuvo dos meses incapacitado, en una fase de rehabilitación para la actividad física.
“Luego comenzó a hacer actividades físicas de alto impacto en forma controlada, no es como dijo él, que a los 20 días lo pusieron a correr, eso no es cierto, ahí está mintiendo. Después de ocho semanas en rehabilitación comenzamos con los trabajos físicos de alto impacto en forma controlada, porque la rodilla ya no le dolía, ya no estaba inflamada y después de los trabajos de gimnasio tenía la estabilidad, la fuerza y la resistencia necesaria para comenzar a realizar actividades físicas en forma controlada”.
El Dr. Gómez indicó que la única manera de medir si el jugador va a reaccionar bien o no, es haciendo pruebas controladas sobre el terreno de juego.
“Así fuimos realizando la rehabilitación hasta que se consideró que estaba en condiciones de competir y regresar a los entrenamientos regulares. Una vez que termina esa fase entra en otra de readaptación, que es llevada a cabo por los preparadores físicos”.
En ese momento, la parte médica termina y el preparador físico debe llevar las cargas en forma adecuada para que no se lastime de vuelta.
“Y así se dio. Tan es así de que él antes de salir para San Carlos estaba activo como jugador, estaba compitiendo, estaba entrenando regularmente y se va a San Carlos en una condición de no lesionado, por eso es que nos llama la atención de que venga a hablar esas cosas cuando realmente él antes de salir de aquí estaba en una fase de entrenamiento normal y compitiendo”.
Para entonces, Luis Diego Arnáez a veces lo convocaba, otras no y en algunos juegos entró de cambio, pero eso eran decisiones del cuerpo técnico.
Una revelación. Cuando surgió la posibilidad de que él se marchara a préstamo con los norteños, “San Carlos dudó en contratarlo conociendo los antecedentes que él tenía de lesiones en el pasado, porque para nadie es un secreto que en Saprissa también fue operado de la rodilla, que anduvo por otros equipos y lo que se presentó en la Liga. San Carlos probablemente investigó y revisó y dudaron, no lo quería contratar”.
Ante esa zozobra, el médico relata que un día llegó Cordero a su consultorio y le contó lo que estaba pasando con San Carlos y que él se sentía bien.
“Llamamos al departamento médico de San Carlos, José Luis Cordero sentado frente a mí, y hablamos con el médico que estaba allá, yo le expliqué detalles, la situación que había pasado él y cómo se encontraba”.
En esa conversación, el doctor Gómez le dijo a su colega qué fue la lesión, las características, cómo estaba y que se encontraba entrenando y compitiendo.
También le expuso otra situación: “Es un jugador que las cargas de trabajo tienen que ser muy bien planificadas y tienen que ser diferenciadas al resto del grupo, tienen que manejarlo muy detalladamente el tema de las cargas, ¿por qué razón?, porque su rodilla tiene secuelas que ante la actividad física de alto impacto no controlada puede generar problemas, se puede inflamar y generar dolor”.
El doctor Gómez le explicó al médico de San Carlos que “si le controlan las cargas y le hacen un trabajo de gimnasio, de musculación, de resistencia muscular, él es un jugador que les puede ser útil, que puede seguir compitiendo y que les puede ayudar”.
Tras esa recomendación, Cordero terminó contratado por el cuadro que el miércoles pasado se convirtió en campeón nacional.
“Entonces, no entiendo esas declaraciones a qué vienen. Él salió de aquí en condiciones de entrenar y competir porque había superado su problema y allá le manejaron bien las cargas y ha podido seguir activo, no ha tenido ningún problema. No entiendo esa manera de expresarse de él y de desacreditar y desvirtuar el trabajo nuestro cuando eso no fue así”.
Sobre las inyecciones. “Habla de unas inyecciones que hubo que ponerle en su rodilla, claro, una persona que tiene una artrosis o un desgaste en su articulación, que es una lesión de cartílago, que es un desgaste, que merma su vida deportiva, uno de los tratamientos que se invocan para tratar de mejorar la vitalidad del cartílago articular es un tratamiento a base de ácido hialurónico que se inyecta directamente dentro de la articulación”, indicó el doctor de la Liga.
Y agregó: “Todo ese tratamiento se le hizo aquí, es un tratamiento muy costoso, esos medicamentos son extremadamente caros y a él se le aplicaron acá para que pudiera recuperarse de la mejor manera y continuara con su vida deportiva”.
El Dr. Gómez afirma que en Alajuelense a Cordero no le faltó hacerse ningún estudio y que se le facilitaron todos los tratamientos necesarios para que él se pudiera recuperar adecuadamente.
“La institución invirtió en él lo que como siempre hace con todos los jugadores, los recursos necesarios para que su lesión fuera recuperada y superada de la forma correcta. Ahora bien, cuando usted termina su fase de recuperación, se sanó de la lesión y empieza a entrenar, ya el departamento médico no tiene injerencia”.
Puso como ejemplo que cuando un paciente se cura de neumonía y en el hospital le dicen que ya no tiene infección en los pulmones, que los exámenes de sangre están normales, desapareció la fiebre y las placas salen bien, se le da de alta, pero eso no significa que una semana después esa persona esté lista para correr una maratón.
“Esa fase de readaptación la lleva el preparador físico y el cuerpo técnico, donde tienen que medir las cargas, pero lo que yo puedo decir es que cuando él salió para San Carlos salió de una manera entrenando, compitiendo y sin problemas”, apuntó.
Mencionó además que después de que él conversó con el cuerpo médico de San Carlos y supieron sus recomendaciones, los norteños se aseguraron haciendo algunos estudios.
“¿Qué hicieron? Una resonancia magnética es lo más que pudieron haber hecho. Pero la mayor información de la lesión y de lo que tiene José Luis Cordero en su rodilla la tenemos nosotros porque le hicimos la artroscopia, a él en San Carlos no le hicieron eso, que es visualizar en su interior la articulación, es un estudio que supera la resonancia. Es como que usted para saber si tiene gastritis o una úlcera no se lo pueden diagnosticar con una placa de estómago, hay que hacer la gastroscopia”.
Con eso, el doctor reitera que la exactitud de la lesión que tuvo y las secuelas que pudo haber dejado, la tiene Alajuelense.
“Allá le hicieron una resonancia, vieron que estaba bien, que no tenía problemas, lo trabajaron adecuadamente, le dosificaron las cargas y ha podido seguir trabajando. En hora buena para él y para San Carlos, que los felicito por haber logrado el campeonato, me alegra mucho, tanto por el equipo como por Luis Marín, que lo admiramos y lo queremos mucho”.
Protocoles normales. Según el doctor Gómez, el proceso de recuperación de Cordero tras aquella artroscopia fue el adecuado.
“Esas declaraciones que dio José Luis Cordero son desafortunadas, muy malintencionadas y que están totalmente alejadas de la realidad, aquí a todos los jugadores los atendemos con exquisitez, los diagnósticos se hacen rápido, se hacen precisos, las conductas terapéuticas se hacen en el menor tiempo posible y la rehabilitación se hace de acuerdo a los protocolos internacionales que se dictan para cada lesión y nuestra rehabilitación nunca sobrepasan los tiempos que estiman esos protocolos”.
Indicó que el departamento médico de la Liga trabaja científicamente.
“Nuestros fisioterapeutas tienen basta experiencia, son unos profesionales dedicados, esforzados, disciplinados y hacen un trabajo increíble con nuestros jugadores. Nos duele que un jugador se exprese así de la institución o que pone en tela de juicio el funcionamiento interno de Liga Deportiva Alajuelense, que no es así, pero además desvirtúa o descalifica el trabajo del departamento médico y específicamente a su figura visible que soy yo”.
El galeno dijo que detrás de él como médico, hay todo un equipo de cirujanos, ortopedistas, artroscopistas, de fisioterapeutas y kinesiológos, quienes trabajan en función de lo que presente el paciente, pues a partir de ahí se toman las conductas a seguir.