Marcel Hernández pasó de ser un desconocido que sorprendió con sus goles en Cartaginés, a una realidad en el fútbol tico. Prácticamente todos saben ahora que tiene buen pivoteo, gusta de sostener el balón, se mueve bien a los espacios y anticipa, por lo que el cubano buscó una alternativa para mantenerse vigente.
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Dedicar horas extra en la computadora para ver una y otra vez lo que hacen los defensores rivales es la estrategia que utiliza Hernández. El goleador de los brumosos graba todos los partidos propios y de los adversarios, y luego de los entrenamientos analiza en detalle lo que presentan los zagueros.
El isleño observa los movimientos de la línea e identifica las tendencias, también se enfoca en lo que suelen hacer los centrales, ya sea que gusten de anticipar o de esperar, si son fuertes en las alturas, cuál es el perfil fuerte o débil y si prefieren salir jugando o tirarla largo.
“Conozco a los defensas que enfrento y sus movimientos, no solo porque he jugado contra ellos, sino porque los he visto. En mi casa tengo una memoria con todos los partidos, grabo cada juego sin importar que no sean de Cartaginés . Los referencio mucho y los veo bastante, realmente soy un vicioso del fútbol, solamente dedico mi tiempo libre en fútbol y esto me da un plus”, manifestó.
Marcel señala que la marcación sobre él ahora es distinta, lo golpean de más para frenarlo, hay más referencia sobre su juego, lo cuidan más y le limitan los espacios.
Ante Grecia, el domingo, el delantero recibió ocho infracciones, siendo el futbolista del compromiso al que más le pegaron. A los centenarios les realizaron 22 faltas, es decir, el isleño fue el blanco del 36%. Incluso, Kevin Fajardo salió expulsado tras una acción contra Hernández.
“Ahora espero una marcación diferente de los defensores, se vio en la primera fecha, que me hicieron muchas faltas y hasta un jugador salió expulsado. Más allá de la virtud de uno, también es la inteligencia de saber cuándo saltar, cuándo ir o cuándo no picar. Ahora me referencian más y el trabajo debe ser mucho mejor sin la pelota”, puntualizó.
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El ariete blanquiazul inició el Clausura 2019 anotando y su gol valió el triunfo ante los griegos. En su debut en el balompié costarricense marcó 15 tantos y fue el segundo mejor romperredes (una diana menos que Álvaro Saborío), pese a que se perdió los primeros cuatro juegos por los trámites de inscripción.
El cubano prefiere no ponerse una cifra de anotaciones para su segundo semestre en Costa Rica. Dice estar enfocado en colaborar para que el equipo clasifique y rompa la racha de ocho campeonatos sin avanzar a la segunda fase.
“La única meta que me propongo es rendir, hacer las cosas bien y trabajar duro día a día. Uno siempre aspira a lo grande a nivel profesional y esto va de la mano del trabajo y la ayuda que me dan los compañeros. No es solo Marcel, esto es un equipo”, concluyó.
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