Las estrategias de Cartaginés para convencer a Marcel Hernández de renovar

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San Carlos pujó con fuerza por Hernández, Herediano y Saprissa también se interesaron en un delantero que suma 29 goles desde que llegó a Costa Rica (agosto del 2018). Ante esto, ¿cómo lo amarraron los brumosos?, ¿cuáles fueron las claves y por qué se quedó en la Vieja Metrópoli?

De inicio, Leonardo Vargas, presidente de los centenarios, fue firme en su postura. El 4 de diciembre, en una reunión que tardó cerca de cuatro horas, presentó su oferta final, recalcó que no se movería de ahí y que tampoco estaba dispuesto a dejar ir al futbolista por nada antes de que se venciera su ligamen (junio 2020). Sí o sí lo iba a retener para el Clausura 2020.

En lo contractual, este medio conoció que el ofrecimiento ronda los $300.000 (¢174 millones) por los tres años y medio, más premios colectivos. El que fuera a largo plazo inclinó mucho la balanza, para una figura de 30 años. Así mismo, se le prometió un plantel competitivo y con fichajes de peso, siempre con él como referente.

De igual forma, se le garantizó vivienda pensando en su futuro. De la mano con esto, en la institución están comprometidos en colaborar para que parte de su familia pueda venir a vivir en suelo tico.

“No luché contra nadie para tener a Marcel. Hice la mejor oferta que podía en lo personal y como club. Le hicimos el planteamiento, se le expusieron alternativas, objetivos y se le presentó un plan que le beneficiaría en su futuro como persona. Le dije que difícilmente alguien podía equiparar la oferta que se le hizo a largo plazo. Tal vez a corto plazo podía recibir algo mejor, pero muy difícil que llegaran a algo tan bueno como se le presentó. Más allá de lo económico, hay una serie de valores a la par que hacen que él siga”, dijo Vargas.

Ninguna de las dos partes entró en detalles contractuales, no obstante, fue inevitable para ambos destacar las buenas garantías. Incluso, la posibilidad de salir al exterior está contemplada en lo que firmaron y la cláusula sigue siendo la misma de antes, cercana a los $250.000 (¢145 millones).

“La oferta que hizo Cartaginés no creo que se iguale a nivel de Costa Rica. Más allá de este esfuerzo y de todo los rumores, lo más importante para mí es la tranquilidad y la paz que tengo acá. Cuento con el apoyo de una directiva, de un presidente y de una afición que me ha dado demasiado cariño”, señaló el isleño.

Hernán Medford también tuvo su parte de responsabilidad en que Hernández se quedara. El cubano lo destacó como pieza clave por el respaldo que le da. La dirigencia señaló que sobre el final de la gestión de Martín Arriola, la relación con el delantero se desgastó y esto fue complejo de llevar.

Eso sí, ahora Marcel debe responder en la cancha, este tema también lo hablaron con él y por ende se pone una meta alta para el certamen.

“La responsabilidad la tenía desde antes, pero ahora es más. El presidente apostó por mí y ahora debo ser recíproco de todas las formas posibles. Ahora tengo un poquito más de responsabilidad por lo que represento para la institución... Si mi meta antes eran 10 goles, ahora deben de ser 20, porque cuento con un equipo equilibrado, inteligente y con profundidad”, destacó el ariete.

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La afición también jugó su papel, arropó al jugador desde el inicio, lo convirtieron en un referente y pidieron su continuidad desde las gradas. En la presentación del nuevo uniforme, este jueves, fue el más ovacionado y por eso la directiva consideraba vital retenerlo, ya que quieren recuperar el lugar que perdieron al no clasificar en los últimos 10 torneos.

“A pesar de que teníamos la presión de bastantes clubes interesados en él, Marcel tomó la mejor opción de vida. Lo mejor para Marcel era quedarse con Cartaginés, ha tenido mucho respaldo de la afición y le dimos una muy buena opción laboral. Ahora esperamos que nos dé los réditos que necesitamos”, concluyó el jerarca.

Finalmente, el tema legal también fue factor. El atacante figura como imputado por violación en perjuicio de una menor y en Cartaginés afirmaron que le dan el respaldo y confían en que es inocente hasta que se demuestre lo contrario.