Detrás del liderato de goleo de Keilor Soto se esconde otra realidad. Basta con mirar la tabla para darse cuenta que Francisco Rodríguez (UCR) es el único delantero joven que aparece entre los principales romperredes del certamen local.
Después de Soto (11 goles) y Rodríguez (10), le sigue Álvaro Saborío de 37 años con nueve anotaciones, mientras que Jairo Arrieta con 35 años y Johnny Woodly de 38 tienen seis tantos.
Tres extranjeros siguen en la lista; el paraguayo Lauro Cazal con siete tantos, Marcel Hernández y Róger Rojas con seis.
La escasez de delanteros ticos con buena edad para recibir un llamado a la Sele o brincar al exterior es evidente. Solo veteranos o foráneos lideran la tabla, repleta de volantes con 3, 4 o 5 goles.
Fuera de Costa Rica las opciones también son escasas, aunque al menos hay algunos nombres que saltan a la vista, como Mayron George del Midtjylland de Dinamarca o Bryan Rojas, que recientemente brincó al Tromso de Noruega.
El exdelantero Paulo Wanchope cree que la ausencia de atacantes jóvenes en la tabla de goleo pasa por el prematuro salto de la mayoría de figuras al balompié internacional.
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Antes, casi todos los artilleros se mantenían durante unos años en el fútbol local para luego firmar un contrato afuera; la realidad de hoy en día muestra otra cosa.
Salieron del país Marco Ureña (quien volvió para jugar en la Liga), Josué Martínez (salió y volvió), George, Ariel Rodríguez, y David Ramírez, solo para dar algunos ejemplos.
“Antes no salían tan rápido o no salían del todo”, recalcó Chope, quien considera que no siempre es positivo que en jugador salga precozmente hacia el Viejo Continente.
Puede que un joven no esté preparado y se frene su desarrollo ante la falta de continuidad. Es decir, un delantero sin minutos acaba por perderse, reconoce Chope.