“Vi sus caras de resignación, los vi felices, llenos de dolor...”, cita una canción de Fito Páez.
De eso se trata la ilusión, a veces no importa tanto la circunstancia, el lugar o el espacio como el estado de ánimo; podes vivir una vida en enferma ilusión.
¿Cómo ves a la Liga, Pablo? —me preguntaban justo antes de iniciarse el torneo—. Mi respuesta casi al instante era: “con mucha ilusión”.
¿Y eso? —ripostan ellos—.
Yo me ilusiono porque mis mejores momentos nacieron a partir de ahí, el abrazo con mi viejo, la llamada a mi mamá contándole algo que ella no podía presenciar ni podía ver, el deseo de mi hijo Mateo, el más liguista de la familia, de ver su Liga campeona.
De eso venimos viviendo y de eso nos venimos alimentando, pero nos alcanza porque es tan grande la ilusión que no da la posibilidad de estar más vivos que nunca, porque nacimos vivos y seguimos estando.
Esa es la ilusión en la Liga: ver que mientras nos ilusionamos, puede haber dolor, mucho.
A raíz de eso arranca un nuevo proyecto comandado por Agustín Lleida, quien desde hace un año está trabajando, primero con Ligas Menores y ahora como el encargado de toda la dirección deportiva. Decidiendo el camino a tomar, tratando de evitar tropiezos, que han sido muchos anteriormente, en un Alajuelense sin mucho margen para fallar.
Por eso, fue el encargado desde la pretemporada de empezar a tomar decisiones difíciles, que debieron tomarse desde hace un tiempo.
Busca darle otro aire a la conformación del equipo y con otras ideas que con el tiempo se verán si son las mejores.
Por eso escogió a su entrenador; no fue impuesto por nadie como en otras épocas.
Andres Carevic es el encargado de retomar la esencia de Liga Deportiva Alajuelense, entrenador argentino pero formado en el futbol mexicano, primero como jugador y ahora desde el banquillo.
Su trayectoria es corta, a pesar de que su preparación es basta. Todo se reflejará en los resultados, que en Alajuelense deben ser inmediatos.
Hoy el plantel de Carevic cuenta con una buena plantilla; de ahí a que se terminen de amalgamar como lo que presumen es un trabajo del día a día, que solo el entrenador podrá llevarlo a cabo.
Desde la presentación frente a Millonarios, un rival con oficio y jerarquía, mostró cosas particulares, algunas buenas y otras que serán de decisión, elección de jugadores, no tanto de corregir, porque es poco el tiempo del entrenador en planta.
Lo que sí se puede observar es el buen ambiente. No digo que no sea el idóneo durante el torneo por ello es importante el ejercicio de la comunicación y el control de las emociones ante la situación a favor o en contra en el plano individual o colectivo.
Por lo pronto, se puede mantener la ilusión, además de ser felices llenos de dolor.