El fichaje del catracho Henry Figueroa revitaliza la cuestionada retaguardia de Alajuelense, muy maltrada en el último semestre por el estilo del equipo y la necesidad de reagruparse rápido, características distintas a las que predominaron entre los centrales erizos.
A Porfirio López, considerado una pieza clave para el cuerpo técnico, le cuesta regresar, ante su evidente falta de velocidad; aún así fue el hombre más regular de la zaga central, como consecuencia de los altos y bajos de Kenner Gutiérrez, muy golpeado por las lesiones.
López fue el único defensa estable, a razón de los contratiempos de Gutiérrez y Esteban Marín (otro al que lo mermaron las dolencias), lo que obligó a Luis Diego Arnáez a utilizar a Allan Miranda, unos de los refuerzos contratados para jugar como lateral derecho, pero que acabó por reforzar el centro de la defensa en algunos partidos.
Después de Porfirio, que terminó el torneo como el jugador más regular de la Liga Deportiva Alajuelense con 25 partidos disputados, ningún otro zaguero central se afianzó en el certamen; Miranda es el jugador número 12 en cantidad de minutos jugados (1.103 minutos) y Gutiérrez el 13 (1.036).
A José Miguel Cubero también le tocó ser un apaga incendios ante las limitantes del plantel y lo hizo bien, pero en contraparte la Liga lo pierde en el eje medular.
El gerente de la Liga, Javier Delgado, admite que la propuesta del club no va a cambiar, por lo que era necesario buscar a un jugador que complementara a los otros centrales.
“La Liga es un equipo ofensivo que toma riesgo y por eso es muy importante que exista el complemento en zona defensiva para reagruparse o parar la jugada en un punto donde no se sufra mucho. Por las características que hemos conocido de Figueroa y las consultas que hicimos sobre su juego, creemos que es el futbolista idóneo”, explicó Delgado.
Cuando la Liga decidió utilizar tres delanteros (Róger Rojas, Jonathan McDonald y Jonathan Moya) y se vio obligado a proponer, el equipo resultó golpeado por los contragolpes rivales.
La necesidad de contratar un zaguero rápido, que contrarreste esta deficiencia, que además incremente la competencia y le devuelva la estabilidad a la retaguardia, llevó a los erizos a fichar a Figueroa, seleccionado catracho y defensor bien cotizado.
Alajuelense recibió 27 goles en el último semestre y el propio hondureño reconoció que ya le habían hablado en el club sobre los problemas en la zona baja del campo.
Aunque no se considera la solución, es con total claridad la carta elegida por la Liga para solventar los problemas atrás, pues incluso sumó a su quinto extranjero, con el contratiempo de que ahora se tendrá que deshacer de uno de ellos para abrirle paso a Figueroa.
“Es un jugadorazo. Anticipador y rapidísimo. Es un muy buen jugador”, manifestó Jorge Luis Pinto.
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El cafetero, quien dirigió a Figueroa en el combinado catracho, lo describe como un hombre que cumple, justamente, las características que más resiente la Liga en su plantel.
Al mismo tiempo, Delgado recalcó que el juego aéreo y la fortaleza física convierten a Figueroa en un defensor de garantía para resolver las deficiencias del eje central.
La única decisión que todavía no definen es quién dejará el club para abrirle la plaza de extranjero a Figueroa. El Sheriff se niega a confirmar si es el jamaiquino Maalique Foster, pues insiste en que es necesario un análisis exhaustivo para resolver qué le sirve más a la Liga.
“Con Foster estamos muy contentos. Sus condiciones nos dieron buenos dividendos”, finalizó Delgado.