Jorge Alejandro Castro fue la referencia ofensiva de Costa Rica en Egipto 2009, aquel mundial en que el cuadro patrio logró un histórico cuarto puesto, el mejor aún en cualquier categoría de mundiales de fútbol. Hoy este delantero, después de una larga carrera, tomó la decisión de colgar sus botines para dedicarse a ser emprendedor; decidido a buscar una mejor realidad económica.
El Tanque se cansó de tener regatear salarios, no recibir lo esperado.
“Yo disfruto y amo el fútbol, pero me di cuenta que debía priorizar y puse mis responsabilidades por delante de mi amor por el fútbol. Yo cerré mi temporada en Jicaral y noté que los salarios bajos que dan los equipos ‘pequeños’ pues a mí ya no me servían para mi estabilidad económica”, resumió.
Jorge empezó a sacar cuentas y notó que lo que le pagaban apenas alcanzaba para sortear los gastos de traslado y alimentación que conllevaba ser jugador.
De hecho, su esposa, Estefanía Salazar, tiene las palabras adecuadas para describir lo que sucedió.
“Nosotros llegamos a preguntarnos: ¿De amor uno vive? Y no... Uno sabe que el amor necesita la estabilidad económica, la tranquilidad. Ale ama el fútbol, pero no puede comer con el amor al fútbol, él entendió que su empresa era lo que le convenía más que el fútbol”,
Castro no esconde los motivos por los que se alejó del fútbol; de hecho sigue amando el deporte, no obstante es consciente que una mejor realidad económica estaba lejos de los balones. Ante esto, a inicios del 2022 decidió ponerle una pausa a su carrera, que finalmente es prácticamente un retiro.
El exgoleador de Saprissa, Herediano, Municipal Grecia, entre otros, ahora divide su vida entre su familia y los negocios que poseen: servicio de Catering Service, además de una cafetería llamada Mat Services, ubicada en Escazú.
Al pensar en su familia, con su esposa, Estefanía Salazar, y sus tres pequeños, Matteo, Fabrizio y Constanza, Castro entendió que debía centrarse en impulsar al máximo el negocio.
Esta empresa nació como un servicio de comida, pero ha evolucionado a través del tiempo y ahora hasta tiene su propio local.
“Mat Services ha sufrido varios cambios de su enfoque tradiciona el cual era un Catering Service. Hubo un momento que hasta vendimos mascarillas. Nosotros ahora estamos trabajando mucho al pedido empresarial y en nuestra cafetería creamos diferentes platillos para que conozcan nuestra cuchara más gourmet. Llegó un momento en el que decidí que lo mejor era impulsar la marca familia y el fútbol pasó a un segundo plano”, detalló.
Ahora es común toparse a Castro en lugares donde venden ingredientes para diferentes platillos o donde se consiguen implementos de cocina; pero verlo en un estadio es menos habitual.
El exjugador únicamente asiste a eventos deportivos cuando está involucrado Matteo, el más futbolero de sus pequeños.
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“Vieras que para él (Matteo) ha sido muy difícil porque él no entiende por qué su papá no sigue jugando, pero bueno, ha madurado y ha comprendido la situación”, explicó Estefanía.
El gusanillo del deporte no se le ha ido, empero, el Tanque ahora entendió que para darle la educación que quiere a sus hijos y poder dar un salto de calidad en cuanto a la vida que quiere para él y los suyos debía convertirse en empresario; sacar los dotes de negociador y guardar los tacos, probablemente de manera definitiva.
“Mi enfoque está en lo empresarial, pero no descarto un proyecto interesante, aunque sé que ya es difícil”, finalizó el exdeportista de 32 años.