Cuando juega Liga Deportiva Alajuelense, Allan Miranda carga con buena parte de las críticas, algo que sus compañeros consideran injusto.
En el camerino rojinegro destacan que él tiene disposición, que ganas no le faltan, que corre y que hace su mayor esfuerzo, algo similar a lo que ocurre con el hondureño Henry Figueroa.
Ellos dos son los hombres que Hernán Torres usa como laterales improvisados, ante la ola de lesiones que se ensañó con las bandas de las Liga.
“Ha sido complicado, por el tema de las lesiones de los laterales. Figueroa ya hasta hizo gol y todo y Allan es un jugador polifuncional. Hemos hecho bastantes trabajos en la zona defensiva, con los contenciones para poder mantener el cero atrás, que se ha logrado en los últimos partidos y que era uno de los puntos que el profesor nos habló cuando llegó”, mencionó José Miguel Cubero, quien en los últimos partidos ha acompañado a Porfirio López como defensa central.
Dice que él es muy honesto al hablar y “cuando usted escucha lo que se dice de los compañeros, pues yo fallé, yo he fallado en este campeonato, he fallado y en bastantes ocasiones. Tal vez se le critica a uno más que otro y eso molesta”, citó Cubero.
Y agregó: “Lo de Allan Miranda no es fácil, está jugando de central un partido, luego de lateral derecho y ahora de lateral izquierdo y el profesor le tiene la confianza. Duele y en algunos casos molesta, pero nosotros vivimos de esto, entonces tampoco es algo nuevo. Lo tomamos como positivo para demostrarnos a nosotros mismos”.
Patrick Pemberton también destaca el trabajo de Miranda y Figueroa.
“A pesar de no tener a los laterales habituales, tener a Figueroa y a Miranda en esos puestos es digno de admirar, porque siendo otros, simple y sencillamente le dicen al profesor que no juegan en esa posición que no es la habitual de ellos, pero dijeron que sí y se han desempeñado de buena manera”, indicó el arquero.
En evolución. El hecho de que la Liga no encajara goles contra Saprissa, Carmelita y Guadalupe no es casualidad.
Responde en buena parte a esos entrenamientos de Hernán Torres con el equipo, que son exigentes, intensos y extensos.
“Los trabajos son fuertes y es para eso, para llegar al día del juego bien claritos y hacer los traslados como tiene que ser, pero también empieza la presión desde los delanteros, que ellos hacen un desgaste para tapar a los defensas y los medios para que no filtren pases, pero no podemos relajarnos”, manifestó José Miguel Cubero.
Marco Ureña también dijo que esta fue una semana diferente para todos, porque Torres no había tenido espacio para trabajar, debido a lo saturado que está el calendario.
“Desde que llegó el profe no había tenido la oportunidad de estar con el grupo completo, con espacio para trabajar y creo que ha sido de mucho provecho. En la parte física hemos enfocado el trabajo, en el orden táctico que es lo que a él lo caracteriza y en la ofensiva en el toque de la pelota”, apuntó el delantero.
Además, confesó: “A mí me encanta la idea que él tiene de trabajo, creo que es una manera bastante necesaria para lo que queremos, los objetivos son altos y cuando uno quiere lograrlos tiene que trabajar de esa manera, no conozco otro camino para hacerlo y yo encantado de poder tener un profesor como él y que haya llegado en estos momentos a la Liga, un momento en el que todos necesitamos de un título, de que tenemos esas ganas, esa hambre, pero necesitamos de un buen guía”.
Según Ureña, esos trabajos hacen que los jugadores se tengan más confianza.
“La manera se ve un poco agresiva, un poco fuerte, pero yo como profesional, la verdad que me encanta irme para mi casa y saber que trabajé fuerte, que estoy bien físicamente, que en la cancha voy a estar al 100% siempre, así que esto va a ser solo cosas positivas para el equipo”.
La Liga tiene 12 puntos en 9 partidos y este sábado a las 6 p. m. recibirá al Santos de Guápiles en el Morera Soto.