Pocas veces se ve a Jimmy Marín como este domingo en el Morera Soto, justo en el minuto 66, cuando se dio cuenta que era el primer cambio del Saprissa, pese a ser uno de los mejores del partido.
El volante esta vez fue titular; se ganó ese puesto gracias a su actuación del miércoles y respondió a esa confianza.
Por eso extrañó la decisión de Wálter Centeno, quien recurrió a David Guzmán y sacrificó a Marín, como él mismo describió.
“Fue un cambio táctico, toma de decisiones, había que sacar a alguien, sacrificar a alguien. Esto es fútbol y los jugadores tienen que estar anuentes a un cambio”, comentó el técnico al final del partido.
El futbolista salió muy molesto, lo delataron sus expresiones cuando iba caminando hacia la banca.
Esa variante fue tan solo un minuto después de que el mismo Marín le sirvió un balón a Daniel Colindres y por poco cae el segundo tanto del Saprissa.
LEA MÁS: Wálter Centeno: ‘Con lo que vi del equipo, podemos hacer grandes cosas’
La S estaba viviendo su mejor momento en el compromiso y tanto Jimmy como Colindres y Angulo llevaban parte de esa responsabilidad.
Los morados perdieron parte del desequilibrio en la banda izquierda, donde el liguista Ian Smith había sufrido durante los 66 minutos que estuvo en cancha Marín.
Las variantes del equipo morado tampoco dieron el resultado esperado, algo que se notó mucho más porque con su rival sucedió todo lo contrario.
En el bando rojinegro los cambios llegaron a darle otra cara al equipo, diferente a los resultados en el conjunto del Paté Centeno.
Otro ejemplo fue Michael Barrantes. El volante salió expulsado en el minuto 91, cuando Saprissa perdía 2-1 y él solo había cumplido ocho minutos en cancha. Poco o nada pudo aportar.
Tampoco influyó el ingreso de Orlando Sincalir, quien entró a la cancha en lugar de Colindres.
Centeno también intentó corregir los errores en la parte izquierda, cuando sacó a Aubrey David e ingresó Ricardo Blanco, pero el lateral pasó sin ser notado y más bien quedó rezagado en el tercer tanto.
Antes del 3-1 el Saprissa ya había quedado sin armas y el tanto de Jurguens Montenegro fue la lápida.
El buen primer tiempo y parte del segundo le valió de poco a los visitantes.
Sus errores fueron determinantes y después le fue imposible corregir.
“Tenemos 60-70 minutos de buen fútbol, pie a pie, ordenados, pero el partido dura 90. No siento que haya tanta diferencia entre uno y otro (equipo), son partidos cerrados y las desatenciones son las que restan y eso nos pasó a nosotros”, explicó el futbolista Daniel Colindres.
El delantero apuntó la desatención de los tibaseños en el segundo tanto, cuando tomaron a la zaga y la zona media mal paradas.
“La Liga en el segundo tiempo entró con piernas frescas y lo hizo bien, no podemos quitar mérito. Siento que el segundo gol es una desatención, un doble error. Quedamos mal parados, son desatenciones que hay que corregir y no tiene que ver nada con el sistema”, añadió.