De esos jóvenes que han hecho todo el proceso de liga menor en Alajuelense hay un nombre por el que bastantes aficionados preguntan con frecuencia: José Paulo Rodríguez Santamaría.
Él era parte del equipo de la Segunda División a cargo de Mauricio Montero, pero en el torneo anterior, se lesionó, justo en el partido cuando consiguieron la clasificación.
Posteriormente, surgió la opción de que jugara a préstamo con Pérez Zeledón.
Agustín Lleida habló con él y le planteó la posibilidad de sumar minutos en la máxima categoría.
El volante de 19 años primero le contó de esa opción a su hermano Mauricio, porque sabía que lo aconsejaría bien, al ser quien en 2012 buscó información sobre los reclutamientos y lo llevó a hacer prueba con la Liga.
Sus papás, don Mauricio y doña Johanna no sabían nada y se enteraron dos días después, justo cuando él se devolvió del Centro de Alto Rendimiento en Turrúcares y fue a su casa en San Ramón a recoger sus cosas, porque de inmediato iniciaba su aventura con los Guerreros del Sur.
“Para ellos fue una sorpresa, pero se pusieron muy contentos porque ellos y yo sabemos qué oportunidad es esta y lo tanto que he esperado. Con la Liga tuve poquitos minutos en Primera, pero por circunstancias terminé en Segunda y me había lesionado. Salió esta oportunidad y ahora aquí en Pérez llevo 34 minutos que para mí son importantes y ojalá de aquí en adelante sean más”, expresó Rodríguez en charla con La Nación.
Contó que a pesar de ser una experiencia totalmente diferente para él, se siente muy a gusto en San Isidro de El General.
“Aquí me han tratado muy bien, me he sentido parte del equipo y quiero hacer las cosas muy bien. El préstamo es por este torneo, pero puede existir la posibilidad de que me quede un semestre más”.
Para marcharse al cuadro generaleño, Rodríguez extendió su contrato con Alajuelense.
“Ojalá en un futuro siga siendo ficha de la Liga y hacer otra renovación de contrato, pero ahorita lo que hicimos fue la extensión para venirme y luego regresar a la Liga, esa es la idea. Ahora estoy muy feliz, contento, trabajando bastante para ganarme esos minutos”.
Su primera aparición con Pérez Zeledón fue el miércoles y este sábado podría estar de nuevo en los planes de Paulo César Wanchope, a las 5:30 p. m., contra Alajuelense.
“Vamos a ver (ríe...). Estoy seguro de que va a ser un bonito partido, espero que se le den las cosas a uno y saludar a los amigos”.
Él se ve en el espejo de Jurguens Montenegro, de Alonso Martínez y de Yurguin Román, tres jóvenes que la Liga había enviado a préstamo y que en la actualidad son muy constantes en el equipo de Andrés Carevic.
“Para mí, esto es una gran oportunidad. A nivel personal por experiencia y al enfrentar a equipos de Primera, el nivel va a aumentar, la exigencia es aún mayor y yo pienso que todo el sacrificio que uno hace es importante”, destacó.
Y agregó: “Verlos a ellos que se han esforzado, que han ido a otro equipo y lo han hecho de la mejor manera y han vuelto donde han querido volver, o tal vez tengan la oportunidad de salir del país, o lo que sea, yo siento que para mí es un bonito reto venir hasta acá. Jugar en Pérez Zeledón lo veo como una gran oportunidad”.
Por eso es que también conversa mucho con jugadores jóvenes de Alajuelense que han pasado por situaciones parecidas.
“Me llevo muy bien con Jurguens, sé lo que él ha pasado y todo el recorrido que ha tenido. Al final de cuentas ahorita ha subido el nivel, ahorita está jugando con Alajuelense y el tiempo pasa, pero hay que aprovecharlo. Entonces, yo siento que donde ahorita estoy es una gran oportunidad y me veo regresando a la Liga”, finalizó el mediocampista zurdo.
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