Liga Deportiva Alajuelense amarró a Miguel Andrés Ajú hasta junio de 2025 y ambas partes están contentas con esta renovación.
El club se asegura la continuidad de uno de sus porteros del futuro, a quien inclusive le ve condiciones para exportarlo; mientras que Ajú continúa en el equipo de sus amores, el que ha sido su casa desde que era un niño.
“La verdad primero agradecerle a Dios por la oportunidad que me da de volver a extender mi ligamen con la institución que me ha visto crecer, me ha visto mejorar cada día en cada entrenamiento, en cada situación que me pone Dios”, reseñó Miguel Andrés Ajú en declaraciones difundidas por la oficina de comunicación de la Liga.
Dijo que esto es un premio para su mamá y para las personas que siempre lo han apoyado, que siempre han creído en él.
“Igual agradecerme a mí mismo por el esfuerzo que he tenido todos estos años, la verdad, creo que si no pusiera ese granito de arena todos los días para poder tener convicción y disciplina no habría logrado esto. Estoy muy contento, porque me ha costado mucho”, reflexionó el portero de 22 años.
Y agregó: “Tengo 14 años acá, desde escuela de fútbol he recibido clases en aulas acá en el CAR, he estado con diferentes compañeros que hoy en día no están y también tengo que agradecerles a ellos porque me han ayudado a crecer como persona”.
Ajú asegura que lo más importante de estar en un club es hacer buenas amistades y considera que eso es parte de lo que lo ha ayudado a crecer, al igual que entrenadores, que son muchos.
“No puedo decir nombres, pero me han ayudado a crecer y al cuerpo técnico por darme la confianza y estoy muy agradecido. Estoy en la Liga desde que entrenábamos en las canchas de atrás en el estadio, ahora tenemos este privilegio de tener una gran infraestructura para poder desempeñarnos como profesionales, como jugadores”, relató.
Ajú es uno de esos futbolistas con el sello de ‘made in la Liga’, que sirve como ejemplo para esos muchachos que están en la cantera rojinegra, persiguiendo su gran sueño.
“Lo más importante que siempre les he dicho a los jugadores que vienen creciendo, que vienen subiendo de liga menor es que aprovechen, que sean agradecidos con la institución, porque a esto tenemos que sacarle el máximo provecho”.
En su caso, pese a la juventud, ha ido ganando experiencia.
“Para nadie es mentira que he podido tener torneos en alto rendimiento, he tenido la posibilidad de tener torneos en Segunda División, fueron tres torneos en los que estuve. Luego se me dio la oportunidad de viajar, ya sea a pasantías a España y a China, que me enseñaron la realidad de ser profesional”.
Retornó y se marchó a Rosario de Naranjo, que considera que fue una etapa muy importante para su crecimiento tanto emocional, como el rol de arquero.
“La experiencia de salir a préstamo, de estar en otros equipos, me ha ayudado mucho a crecer y a seguir mi compromiso en ser un mejor profesional”.
Ajú afirma que se siente privilegiado de ser parte del primer equipo de la Liga y tener compañeros de la clase de Leonel Moreira y de Bayron Mora.
“Me ha ayudado mucho también a crecer, creo que han sido vitales. A Bayron lo conozco desde que llegó a liga menor, soy mayor que él y me acuerdo cuando lo vacilábamos, cuando compartíamos experiencias, cuando me contó de dónde era y hoy lo tengo como compañero, como competencia y lo tengo como amigo”, citó.
En cuanto a Moreira, Ajú dice que tiene que aprovecharlo y seguir aprendiendo de él.
“Tengo que seguir preguntándole, tengo que seguir viendo sus reacciones a la hora antes de jugar, después de jugar. Para mí es una motivación extra de estar con un portero que ha tenido mundiales, que ha tenido su carrera internacional y nacional y la verdad es que estoy muy contento de ser compañero de los dos”.
Pero de nuevo tenía que hacer referencia a su mamá, doña Ana Ajú.
“Es el mayor ejemplo que tengo en mi vida desde que nos quedamos solos ella y yo ha sido muy bonito, ese esfuerzo, ese carácter que tiene, ese profesionalismo también porque ella tiene su trabajo, me ha enseñado a nunca darme por vencido. Me ha enseñado a que hay momentos difíciles y a cómo salir de ellos, a tener esa paciencia, tener mucha fe”.
Insistió en que doña Ana ha sido un pilar y confiesa que espera devolverle a ella todo lo que le enseñó, no en lo material, sino en ser un buen hijo, en ser un buen profesional y en algún momento llegará lo que los dos anhelamos, sin precisar de qué se trata, pero asegura que ella sabe a lo que él se refiere.
Miguel Andrés Ajú detalla que la portería es una posición difícil y que eso es algo que tiene claro. Además, él sabe que es la demarcación donde la paciencia más se pone a prueba en el fútbol.
“Tengo paciencia, no por tener paciencia significa que voy a bajar los brazos, seguiré entrenando, seguiré teniendo la misma disciplina, el mismo compromiso. Aprovecharé mis días libres para poder descansar y poder mentalizarme en qué es lo que quiero y para eso tengo esta institución que me ha visto crecer, me ha visto mejorar día a día para sacarle provecho a todo lo que me han podido dar”, finalizó el guardameta rojinegro.