El FC Barcelona se lanzó al ataque y finalmente alcanzó uno de sus grandes objetivos, al fichar al delantero francés Antoine Griezmann, después de cancelar los 120 millones de euros (¢78 mil millones) de la cláusula de rescisión al Atlético de Madrid. Sin embargo, los colchoneros contraatacaron y piden 80 millones de euros más (¢52 mil millones).
“El jugador firmará contrato con el club para las próximas cinco temporadas, hasta el 30 de junio de 2024, con una cláusula de rescisión de 800 millones de euros”, señaló el conjunto culé en un comunicado.
Pese a esto, el Atlético no esperó nada en reaccionar y dio a conocer que luchará por el dinero faltante. El contrato del jugador estipulaba que si algún club lo contrataba antes del 1 de julio del 2019 se debían pagar 200 millones de euros (¢130 mil millones), pero si se daba luego de esa fecha la cantidad se reducía a los 120 millones de euros.
El conjunto de la capital española considera que Griezmann y el Barça llegaron a un acuerdo antes antes del 1 de julio, más allá de que hasta este viernes se presentó el pago ante la Real Federación Española de Fútbol.
“El Atlético de Madrid considera que la cantidad depositada es insuficiente para hacer frente a su cláusula de rescisión, puesto que es obvio que el compromiso del jugador y del Fútbol Club Barcelona se cerró antes de que la citada cláusula se redujera de 200 a 120 millones de euros. También fue anterior a la fecha en la que se produjo la modificación de la cláusula la comunicación que el jugador realizó el 14 de mayo anunciando su desvinculación del club”, señalaron los rojiblancos en un boletín.
Los blaugranas consiguieron un importante refuerzo, que ya ansiaban la temporada pasada, pero el francés de 28 años decidió entonces quedarse en el Atlético, como referente indiscutible del equipo de Diego Simeone.
Su anuncio y, sobre todo, la forma en que lo hizo, a través de un documental emitido en directo por la televisión española, sentó mal entre la afición azulgrana, que lo recibió con silbidos en la última visita al Camp Nou.
No obstante, a mediados de mayo, el Principito anunció su marcha del equipo rojiblanco y pocos tenían dudas de que su destino sería Barcelona, especialmente después de que el 1 de julio su cláusula de rescisión se abaratara de 200 a 120 millones de euros.
El club culé intentó negociar con el Atlético el traspaso, para evitar el pago de tal cantidad de dinero al contado y los impuestos añadidos, pero los madrileños se cerraron en banda acusándolo a las dos partes de faltarles al respeto.
Para acelerar su marcha, Griezmann no acudió a la vuelta a los entrenamientos de los hombres de Simeone el pasado domingo y también aceptó, según la prensa española, una rebaja de su salario.
Por parte del Barcelona, la incorporación del campeón del mundo supone un fuerte refuerzo a la dupla atacante conformada por el argentino Lionel Messi y el uruguayo Luis Suárez.
Pero con los rumores sobre una posible vuelta del brasileño Neymar, más la presencia de otros atacantes como el francés Ousmane Dembélé y el brasileño Philippe Coutinho en la plantilla, afloran dudas sobre cómo encajar todas las estrellas en un mismo once.