
Aquella zurda mágica de Juan Arnoldo Cayasso, que con maestría elevó el balón por encima del arquero escocés Jim Leighton para marcar el 1-0 con el que Costa Rica logró su primer triunfo en un Mundial, el 11 de junio de 1990 en Italia, hoy sufre las consecuencias de las lesiones y el paso del tiempo.
Arqueada y, a los ojos de muchos, con un aspecto deformado, Juan Arnoldo confiesa que su rodilla izquierda no le duele, y aclara que su apariencia actual no es producto de una mala cirugía ni de algún problema médico puntual.
Su desgaste, más bien, es consecuencia del trajín, de los sacrificios que realizó durante la eliminatoria rumbo al Mundial de Italia 90 y de las lesiones propias de un futbolista que antepuso su salud para representar a Costa Rica.

“Quiero pensar que hacía bien las cosas, que me cuidé y seguí los tratamientos adecuados. Pero las lesiones, los desgarros en el cuádriceps y en los isquiotibiales influyeron mucho en mi pierna izquierda”, recordó Cayasso.
Juan rememoró un momento clave que pudo haber sido determinante en el deterioro de su pierna izquierda, afectando su apariencia con el paso del tiempo, aunque insiste en que no siente dolor.
“La lesión en el ligamento de mi rodilla izquierda se dio en un momento crucial de mi carrera. Recuerdo que en mi último partido con Alajuelense, antes de pasar al Saprissa, metí la pierna mal en una jugada y eso me afectó posteriormente en gran parte de mi trayectoria”, explicó.

Juan Cayasso y las lesiones por la exigencia física
Cayasso añadió que, en los años siguientes, estuvo expuesto a una fuerte exigencia física por los entrenamientos, la eliminatoria mundialista y su llegada al Saprissa, donde debía demostrar por qué lo habían fichado y rendir en cada compromiso con los morados.
“Sabía a lo que me exponía, pero pensé que iba llevando bien las cosas. Lamentablemente, nunca tuve la oportunidad de recuperarme por completo. Con el Mundial encima y la pentagonal de aquella época, prácticamente nunca paré. Toda la carga física la absorbía mi pierna izquierda, con tal de cumplir cada vez que me llamaban a la Selección o jugaba con Saprissa”, agregó Cayasso.
A pesar de que hoy camina con dificultad y su pierna se ve torcida —como se dice popularmente—, Juan Arnoldo insiste en que no siente dolor y lleva una vida bastante normal.
“Quizás hoy, con tanto caminar y por la forma en que se ve, que no es la más estética, la gente se extraña o incluso se preocupa. Pero de verdad, a mí no me molesta, no me duele y el diagnóstico es favorable. Todo ese esfuerzo de antaño hoy me pasa factura, pero quizás ese es el precio por tanta dedicación al fútbol”, aseveró.
El volante limonense agradece a quienes le han preguntado por su estado de salud o se han interesado por el aspecto de su pierna, pero reiteró que se trata de una situación que se ha dado de forma progresiva.
“Las lesiones han influido en el estado actual de mi pierna, que se ve un poco arqueada. Siempre he sido un poquillo ‘corvertas’, como decimos popularmente. Pero la rodilla no me molesta. No tengo lesiones actuales ni dolor, ni un desgarro. Creo que todo se debe a que nunca tuve el tiempo adecuado para recuperarme. Además, los avances médicos no eran como los de ahora”, explicó.
Según la leyenda de Italia 90, algunos médicos se han ofrecido para tratarlo e incluso, de ser necesario, intervenirlo quirúrgicamente, pero Cayasso indicó que, por ahora, no lo ve necesario, aunque no descarta que en el futuro pueda serlo.
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