Costa Rica pagará a la firma de abogados estadounidense Akin Gump Strauss Hauer & Feld LLP más del doble de lo que invierte cada mes en la operación de su embajada en Washington, a cambio de que gestione acciones de lobby ante el gobierno de Estados Unidos.
El contrato suscrito por el ministro de Comercio Exterior (Comex), Manuel Tovar, y la gerente general de la Promotora del Comercio Exterior de Costa Rica (Procomer), Laura López, con el bufete de abogados, establece un pago mensual de $60.000 mensuales durante un período inicial de tres meses, prorrogable hasta un máximo de 12, lo que podría sumar un total de $720.000.
La embajada de Costa Rica en Washington opera con un presupuesto mensual de $24.900, según información suministrada a La Nación por el Ministerio de Relaciones Exteriores, el pasado mes de setiembre.
Si bien la cifra ha mostrado un incremento constante desde 2021, sigue muy por debajo del monto que se pagará por los servicios de cabildeo a Akin. Anualmente, el monto asignado para el funcionamiento de la misión diplomática es de $298.000.
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Una labor permanente
El analista internacional Carlos Murillo, declaró a La Nación que el lobby o cabildeo, es una labor común en muchos países, incluido en Estados Unidos, y puede tener una incidencia clave en la formulación de políticas y en las decisiones que se toman desde la Casa Blanca o el Congreso.

No obstante, advirtió que recurrir a este mecanismo podría no tener el impacto esperado, pues responde a un contexto específico: las negociaciones entre Costa Rica y Estados Unidos tras la imposición de un arancel que pasó del 10% al 15% sobre las exportaciones costarricenses hacia ese país.
“Esto evidencia que Costa Rica no entiende la función de las misiones diplomáticas, en este caso la de Washington. Los principales oídos y voces de un país en el resto del mundo son las misiones diplomáticas”, argumentó.
La Nación consultó a Comex si el plazo de tres meses será suficiente para generar los resultados esperados, ademés se solicitó detallar las prioridades que le fueron establecidas al bufete de abogados, pero la institución no atendió esas preguntas.
El ministerio se limitó a indicar que “el Gobierno de Costa Rica de manera proactiva se encuentra realizando todos los esfuerzos necesarios para salvaguardar los intereses del país. Con este fin se contrató a la firma especializada Akin Gumb para apoyar los diversos procesos que el Ministerio de Comercio Exterior lleva adelante con distintos actores, tanto públicos como privados”.
Para el experto, el lobby carece de sentido cuando los hechos están consumados y más bien, es una función permanente que debe ser realizada por los funcionarios de las misiones diplomáticas acreditadas, los 365 días del año.
“Desde el año pasado Costa Rica debió entender cuál iba a ser la lógica de la segunda administración del presidente Donald Trump, a partir de los informes diarios que la embajada en Washington debe enviar a Cancillería y desde Cancillería a Presidencia, así como a los distintos actores gubernamentales del país.
“A partir de ahí, se comienza a prevenir y tomar medidas para poder confrontar las decisiones de esta segunda administración Trump”, destacó.
Discusión al más alto nivel
Por su parte, el excanciller Manuel González (2014-2018) declaró que por la importancia que tiene el tema comercial, su relevancia para la economía y el futuro del país, debería ser un asunto que se trate al más alto nivel, con un involucramiento directo del mandatario Rodrigo Chaves, con su contraparte estadounidense, el presidente Trump.
“Estas decisiones no vienen del Departamento de Comercio, no vienen del Senado ni del Congreso, vienen directamente del presidente de Estados Unidos. Es en la Casa Blanca, es él quien toma las decisiones”, alegó González.
González es del criterio que Costa Rica tiene la la capacidad y la experiencia técnica y diplomática para llevar adelante el proceso de negociación con Estados Unidos, “sin necesidad de contratar lobistas”.
“Nuestra embajada en Washington tiene que reforzarse y estar metida en el Senado, en la Cámara de Representantes; tener una relación muy fluida con el Departamento de Estado, que es su contraparte, pero además buscar todos los contactos posibles directamente con la Casa Blanca”, explicó.
El acuerdo con Akin se firmó el 8 de setiembre, para brindar asesoría estratégica en asuntos comerciales y apoyo en las relaciones entre los gobiernos de Costa Rica y Estados Unidos.
