Existe controversia acerca de los ojos como vía de contagio del coronavirus SARS-CoV-2. Algunos expertos, como Jorge Alío, oftalmólogo catedrático en la Universidad Miguel Hernández de Elche, en España, indican que quizás es más frecuente de lo que pensamos debido a la tendencia a tocarnos la cara, en general, y los ojos, en particular.
La infección es posible a través de los receptores del epitelio conjuntival, explica Alío. En un artículo publicado en la revista The Lancet Respiratory Medicine, advierte de que el SARS-CoV-2 puede ser entre 80 y 100 veces más eficiente que su antecesor del 2003, el SARS, a la hora de infectar tanto las vías respiratorias como la membrana mucosa transparente que cubre el globo ocular.
Dicho estudio, llevado a cabo en la Universidad de Hong Kong, en realidad no sorprende, debido a que análisis realizados in vitro con biología molecular corroboraron esta posible entrada del virus al utilizar cultivos de células conjuntivales del epitelio respiratorio.
No obstante, la dinámica lagrimal y nuestro propio sistema inmune no se pueden copiar; por ejemplo, no sabemos cuánta carga viral tiene en las lágrimas un infectado ni la cantidad de virus necesaria en la superficie ocular para que se produzca la infección, señala Rubén Pascual, oftalmólogo del hospital San Pedro en Logroño, España, y divulgador del estudio a través del Proyecto Ocularis.
Otra investigación recopilada por Alío concluye que el coronavirus SARS-CoV-2 genera dos tipos de conjuntivitis. La primera, en pacientes con prueba positiva de PCR en la lágrima y, la segunda, en enfermos con irritación de los ojos, que se encuentran graves y generalmente ingresados en una unidad de cuidados intensivos, pero con prueba de PCR negativa en lágrima.
La segunda situación lleva a preguntarse por qué tenían la conjuntiva irritada si no hay trazas del virus. La respuesta es que no se trataba de una conjuntivitis vírica como tal, sino «parte de la inflamación general que sufren los pacientes graves tras una respuesta inmune exagerada», explica Alío.
En cualquier caso, la conjuntivitis forma parte del cuadro clínico de la covid-19 e incluso sería uno de los primeros síntomas, aunque en otras estimaciones no pasa del 3 % de los casos, y se caracteriza por la sensación de tener un cuerpo extraño en los ojos.
Para prevenir el contagio por este medio, además de la higiene y el lavado de manos frecuente utilizando agua potable y jabón como se viene recomendando, los anteojos para sol constituyen otra barrera de protección.
El autor es salubrista público.