Foros

Las apariencias engañan

Basta con oír Malas compañías una sola vez para quedar ya enganchado al programa

EscucharEscuchar

Inusual y escandaloso. En un país –o sea, en este– donde, de boca para fuera, por encima y superficialmente, todo es tan delicado, puro, pulcro y correctísimo, casi como en un convento, aunque, por debajo, ocultamente, la gente se pase leyes, reglas y muchísimas cosas más por donde la espalda pierde su honroso nombre, eso es una gran locura y hasta un riesgo.








En beneficio de la transparencia y para evitar distorsiones del debate público por medios informáticos o aprovechando el anonimato, la sección de comentarios está reservada para nuestros suscriptores para comentar sobre el contenido de los artículos, no sobre los autores. El nombre completo y número de cédula del suscriptor aparecerá automáticamente con el comentario.