Editorial

Editorial: Cambio de mando en Guatemala

Para cumplir sus promesas esenciales, el nuevo presidente, Alejandro Giammattei, deberá superar enormes desafíos.

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Cinco meses después de su triunfo en una segunda ronda electoral, el médico conservador Alejandro Giammattei asumió el lunes la presidencia de Guatemala y, con ella, la compleja tarea de gobernar un país signado por seis males esenciales: la debilidad institucional, la corrupción, la impunidad, la inseguridad, la pobreza y la exclusión. Combatirlos sería en extremo difícil para cualquier presidente, pero más todavía para quien es producto de un proceso electoral sumamente cuestionado, carece de razonable apoyo partidista, deberá lidiar con un Congreso en extremo fragmentado y, además, está rodeado de una serie de poderes fácticos que tradicionalmente han limitado la capacidad de acción gubernamental.








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